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27.5.14

Conversación entre lectoras II, en el blog de Casa de Letras

(link al post original en el blog de Casa de Letras)

Una conversación entre Anahí Floresla lectora en la ciudad, y Malena Sánchez Moccero, autora del blog Lecturas bajo tierra.
Anahí: Tu blog es muy voyeur. El placer de mirar leer a otros superó el placer por la lectura propia. A pesar de que también leés a través de lo que ves. Estoy segura de que, cuando ves alguien que lee un libro, en cierto sentido vos también leés ese libro.
Malena: Sí, creo que a todos los que estamos interesados en la lectura nos despierta, no creo que placer, pero sí curiosidad ver qué leen otros. Yo empecé retratando a estos lectores subterráneos por impulso, sin pensar qué hacer con esas capturas y siempre intentando descubrir qué libro estaban leyendo. Un día veo en la carpeta de imágenes de mi teléfono que tenía varias fotos de lectores en el subte y así surgió la idea del blog Lecturasbajotierra.
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Anahí: Me intriga el ruidito de tu cámara, ese que decís que no conseguiste sacar… ¿Ya te descubrieron fotografiando, te escucharon? Contanos cómo es una típica captura de fotos para tu blog.
Malena: Tengo un teléfono bastante básico que viene con una camarita con baja resolución. Si saco con el subte en movimiento el ruido tapa el clic de la cámara. Hace un año y un par de meses que saco fotos a lectores bajo tierra y creo que nunca uno de ellos me descubrió. Cuando luego veo las fotos en la computadora descubro que aquellos que rodean al lector a veces sí miran a cámara. Pero nunca tuve un diálogo con los lectores. No me gustaría intervenir en esa linda escena, me parece una imagen tan poderosa que sintetiza tanto. Alrededor de ellos hace calor, el subte está demorado en una estación, un pasajero putea, otra señora se queja, y ellos están ahí inmunes a esa rutina cotidiana que puede resultar tan tediosa, abstraídos gracias a la lectura.
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Anahí: Me imagino que si uno mira siempre lo que los otros leen, ya debe hasta adivinar lo que alguien está leyendo. Por ejemplo: mirás a una lectora o lector y, por su physique du rol, arriesgarías a decir qué tipo de libro está leyendo. ¿Te pasa que adivinás, no digo el libro pero sí el estilo de lo que alguien está leyendo? ¿Y ya te llevaste sorpresas en este aspecto, del tipo “ese chico seguro que lee a Borges” pero cuando ves la tapa del libro, era de autoayuda?
Malena: Sí, al igual que en una sala de espera, en el subte no hay mucho para hacer e imaginar la vida de las otras personas puede ser un pasatiempo. Lo mismo pasa con sus lecturas. Y sí, mis prejuicios suelen ser equivocados la mayoría de las veces y eso es muy divertido. El otro día subió en José Hernández un pibe con morral y barbita y antes que me pueda imaginar que estaba leyendo -¿Henry Miller? ¿El túnel? ¿Freud?- me sorprendió con la tapa violeta y unas letras doradas cursivas que decían: “Padre rico Padre pobre”.

4.3.14

Conversación entre lectoras, en el blog de Casa de Letras

(link al post original en el blog de Casa de Letras)
Anahí Flores es egresada del programa formativo en escritura narrativa de Casa de Letras. Desde hace algunos años, lleva adelante el blog La lectora en la ciudadDaniela Azulay es alumna de la Escuela de Escritura Online de Casa de Letras y autora del blog Escenas Lectoras. A continuación, el encuentro entre ambas.
Por Anahí Flores
Hola Daniela. Veo que tenemos algo en común: nos gusta el momento de la lectura. Tanto en forma estética (se nota en la presencia de fotos) como en las ganas de relatar la escena. Lo que pasa mientras uno lee.
Contame de dónde surgió tu idea del blog Escenas Lectoras.
Este blog es una construcción basada en preguntas. Algo sostiene la lectura en cualquier parte. Hay una pulsión en el leer que me da ganas de atrapar.
#EscenasLectoras surge a partir de la unión de pasiones. Lectura, escritura, fotografía y promoción de la lectura. Pensar la lectura. Ver gente leyendo e imaginar la trama: ¿qué y cómo alguien lee?, ¿lee en el bar, en un banco de plaza, en la escuela, en una biblioteca, en el subte?, ¿observa a su alrededor, o está totalmente dentro del libro?, ¿cuál es la actitud del cuerpo del que lee? ¿Saborea cada línea o corre, no para, quiere llegar al final? Pensando en los tres modos que describe Barthes en Sobre la lectura, tal vez sea de esas lecturas que invitan a la escritura. ¿Quién puede saberlo?
Las primeras fotos que tengo en la cabeza son de una lectora sentada en la fuente de la calle Arroyo, esa por la que la Lectora pasea leyendo.
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Una frase de ese post me hizo pensar en el mirar. Esto de andar tanto la ciudad, que también la puedo recorrer con los ojos abiertos, capturando lectores. O leyendo y escribiendo. Es conocerla tanto que uno puede abrir más los ojos, y mirar otras cosas.
La idea es ver qué lecturas circulan, cuáles se quedan, cuáles nunca se fueron, sin juzgar. Si me divierten las estadísticas, ver qué libros se repiten, cuáles aparecen de un modo abrumador,  las coincidencias, y la promoción de la lectura. Una suerte de promoción al paso.
Lo tuyo tiene mucho de diario personal y de voyeur. Me intriga saber si cuando sacás las fotos tratás de ser disimulada, o si sos evidente.
Disimulada ciento por ciento. Camino por los días, por los adentros y por el afuera descubriendo lectores. En mi casa y en mis múltiples trabajos también. Juego con el celular. El disparo siempre es silencioso. Incluso cuando los lectores saben que estoy allí sacando fotos, como a veces ocurre en algún taller.
Eso me pareció interesante en el diálogo entre los blogs, en ambos están fuertemente presente la lectura, los libros, y la fotografía. Pero en éste siempre son fotos celular o cámara en mano. Un disparo y a partir de allí surge la historia, en imágenes y palabras. No hay fotos pensadas o producidas para acompañar un relato que se quiere contar, sino que la escena propone el relato. Me gusta ese contraste, la conversación que provoca.
A veces las descubro rápido, otras sigo una pista. A veces las provoco. Y siempre quiero más. No pregunto ni pido permiso, pero eso sí, si alguien no quiere estar en el blog, no tiene más que pedirme salir de escena.
Al decir de de Certeau, el lector es un cazador furtivo, que navega entre mares que no ha escrito. Y yo los cazo con un click.
Más que diario personal, es un registro, con relatos. Un observatorio de la  lectura. Los lectores leen  parados, caminando, en un bar, en el auto, en un sillón, en la calle… A veces llevan el libro pero no lo leen.
Al fin del día, de la semana, la lista de libros y autores es larguísima. Se arma un mapa, un recorrido lector social. Y esas escenas circulan, se leen, se multiplican en un sinfín. La sensación es la de sacar una radiografía de la lectura en un tiempo y espacio determinado.
Seguro que tenés alguna anécdota divertida de tu cacería de imágenes.
Hay varias, sí. Nunca un lector me descubrió infraganti, pero una vez, en el subte, una adolescente que iba con su mamá, le dijo: “Mamá, esa señora saca fotos de la gente que lee:”
Otra anécdota que tal vez sea una respuesta a la pregunta anterior. Estaba en un bar de Villa Crespo, en una reunión de trabajo, y de pronto veo a un señor que lee el diario. Le saco una foto, sigo reunida, el señor cambia de mesa, le saco otra foto. Y esto vuelve a pasar. Cuando tuiteo una de esas escenas lectoras, me responden: ¡Es Max Berliner! No me había dado cuenta. En ese momento sólo vi un lector y su derrotero.
Y la más tremenda, la más conmovedora, la del 16 de septiembre de 2013. Me subo al subte en Once, luego de estar hablando en la biblioteca sobre el golpe de estado, los desaparecidos, de la noche de los lápices… Ese día, me encuentro un lector del Nunca más.
Tu serie de fotos es una colección. Sos una coleccionista de momentos. Quisiera ver las tres imágenes favoritas de tu colección, y tal vez unas palabras sobre cada una.
¡Qué difícil! Es una compulsión, o varias: la lectura, coleccionar escenas, las escenas que se van, porque no llego a atraparlas. Pero voy a tratar de elegir…
El abuelo que saltó por la ventana y se largó. Me tentó tanto el título que me lo compré para el Kindle ni bien me bajé del subte. Luego lo leímos por entregas en uno de los Seminarios de formación en Promoción de la lectura:Pasen y lean
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Espiar por la ventana de la biblioteca. Esta escena me encanta por lo nueva que siempre es, y al mismo tiempo siempre se repite, es cotidiana. 
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Si no veo, ¿me ven? La lectora con anteojos negros que leía las 50 sombras de Grey.
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Leer al futuro, de las escenas que me llegan, en donde una nena le lee a la panza de su mamá. 
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Coincidencias. 37 años. Nunca más. Un hallazgo en el momento justo.
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No pude tres, van cinco, y una de yapa, la de mis lectores.
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En La lectora en la ciudad  me pasó que, con el tiempo, los lectores del blog (algunos conocidos míos, otros, no) empezaron a enviarme material (tanto fotos como textos que ellos producían al estilo de mi blog). ¿Qué intercambio surgió con los lectores de tu blog?
Algo que se generó con el blog es el fluir de escenas lectoras. Son  las escenas que llegan. Por mail, por Twitter y por Facebook  recibo escenas lectoras. Y los vínculos que generan. De pensar en la lectura, en sacar fotos de gente leyendo y mandármelas…  También con los amigos. Una amiga me llama y dice: Uy, no sabés las escenas que tengo para vos, que te saqué especialmente. O, “no sabés la lectora que me perdí hoy”, o “Sí escuchás el audio de esta imagen te morís”.
Me encanta cuando me llegan escenas, y cómo se van perfeccionando los envíos. (Qué, cómo, dónde se leía…)  Me gusta este hacer propio, con otros. Que suceda el intercambio.
No doy abasto a incluir todas, pero lo intento. La cantidad de escenas lectoras, entre las propias, y las que llegan, supera y mucho, por suerte, las publicaciones que logro hacer en el blog.
Y una novedad: las  bibliotecas, privadas, públicas, semipúblicas. Son grandes generadoras de escenas lectoras. En estos días voy a publicar la primera, pero tengo varias en la galera. Y un desafío pendiente: días fijos para publicar.

21.1.14

Roberta de paseo 4

Roberta sigue de paseo. Esta vez, se fue a China con Cecilia.



Otros paseos de Roberta, aquí (montañas, lluvia en Buenos Aires, NYC y Paris), aquí (Amsterdam) y aquí (India).

7.1.14

Roberta de paseo 3

Roberta viaja más que todos nosotros juntos. 
Ahora está con Mel a orillas del río Ganges (India).


foto: Fabiano Gomes

Y, también con Mel, en Jaipur (Oberoi Rajvilas)




fotos: Ric Poli

...

Otros paseos de Roberta, aquí (montañas, lluvia en Buenos Aires, NYC y Paris) y aquí (Amsterdam).

13.8.13

Roberta de paseo 2

Gabi Llull se llevó a Roberta "a donde a ella le gusta estar" (palabras de Gabi).


Y Luli Posadas estuvo con Roberta en un día de lluvia, en la parada del 128



Por su parte, Vale Migoya se la llevó a su viaje de luna de miel y la paseó por NYC:


y Paris... olalá...





Si vos también te llevaste a Roberta a pasear por ahí, mandanos la foto :-)
Roberta ya anduvo de paseo con Clara Arias, aquí.

16.7.13

Roberta de paseo 1

Clara Arias se la llevó a Roberta de paseo a Amsterdam, y nos envió este mail. Muchas gracias por llevarla a pasear a Roberta (y por leerla, claro).



Fue después del calor que había pasado en el Rijksmuseum, cuando frente a la “Ronda de Noche” se le disparó el flash de la cámara de fotos y un guarda le llamó la atención con un ¡Lady! que sonó a sentencia de muerte y ella se puso más roja que la estola del capitán Frans Banning Cocq. Fue después de eso, viendo la multitud que la miraba y ella que se hacía cada vez más pequeña, como Alicia al tomar la poción, que respondió con el poco aire que lograba hacer pasar a través de las cuerdas vocales “I didn't mean it, I'm so sorry, terrible sorry”, sintiéndose culpable como si esta vez hubiese sido ella la que había clavado un cuchillo en la tela. Fue, después de todo eso, que salió necesitando con urgencia aire. Se sentó en el borde de la fuente y abrió el libro que llevaba en la mochila. Pag. 53. Frente al glaciar y leyó: “Roberta no suele ser impresionable, pero esto la hizo apurar el paso y llegar antes de lo previsto al glaciar frente al que ahora está sentada sobre una roca ancha y con el libro abierto que no lee. El viento pasa las páginas, todas, hasta llegar a la última.”

5.3.13

Una lectora muy feliz a orillas del Ganges en Rishikesh

Nuestra amiga Alessandra Dorante, nos manda una foto desde las orillas del mítico Río Ganges.


foto: Manuela Miranda


A Ale le deben gustar mucho los ríos... hace algún tiempo ya nos había enviado otra foto de ella lectora, a orillas del Río Douro (Portugal):


Esperamos nuevas fotos de la lectora Ale y sus ríos :-)


1.1.13

La lectora en Santa Clara, por Cecilia Sorrentino


Queremos mucho a Ceci Sorrentino. Ella se fue de viaje a Cuba, y volvió con este post para nuestro blog. Muchas gracias. Casualidad o no, lo subimos el primero de enero (para entender hay que leer el texto de Ceci). 
Feliz año para todos :-)
La lectora


El patio de la antigua casona de Santa Clara era el sitio ideal para leer por la tarde. La exuberancia de las plantas, el murmullo de la fuente, los techos altísimos y las buganvillas de la pérgola anticipaban el fresco del anochecer.
En el rectángulo de cielo que enmarca la galería apareció la luna y sonó una vez más la bocina de un tren. ¿Habría alguna razón para que los trenes insistieran con su bocina al pasar por Santa Clara? Quizás –pensé- se debe al gusto de los cubanos por la conversación. Si en La Habana los había visto detenerse a conversar en medio de la calle, por qué no lo harían aquí en medio de las vías.
Regresé a la lectura y en la página quinientos ocho de La consagración de la primavera leí el párrafo en el que Alejo Carpentier cuenta los últimos días del cincuenta y nueve, en Santa Clara:
“Y, al día siguiente, con casi estrepitosa alegría: ¡se jodió el tren blindado! ¡Se rindieron los trescientos cincuenta hombres que había dentro!... ¡Y sigue la batalla!... Y, el primero de enero, la extraordinaria, la prodigiosa noticia, que ya corría alborotosamente de boca en boca, en alborada de nuevo año: Batista había huido de La Habana, volando –parece- a Santo Domingo”.*
Decidí que en esas líneas estaba la razón. ¿O no es verdad que el descarrilamiento del tren blindado persiste orgullosamente vivo en la memoria de la gente de Santa Clara?


*La consagración de la primavera. Alejo Carpentier. Siglo Veintiunos Editores. Méjico, 1998.

4.12.12

La lectorcita Helena en México y una reseña de Catalinas Sur

La pequeña lectora Helena visita los altares de los muertos en la Colonia San Ángel (México), mientras lee. (Gracias a Vanessa Alanis por la foto).

...

Y también gracias a Vanessa por estos comentarios pots lectura que hizo de Catalinas Sur. Da gusto tenerla como lectora :-)
Empieza así:

Tan breve es Catalinas Sur que te deja con ganas de volverlo a leer. Tal como The Sea  de John Banvielle, es un libro circular. Podría incluso ser un extracto de cualquier fragmento de García Márquez, salvo que esto no es Macondo; es Buenos Aires…
y Catalinas Sur
está vivo.
(Seguir leyendo aquí).

30.10.12

La lectora Blanca en Quebec y un fragmento de una novela


La mismísima Blanca Herrera estuvo en Quebec, entre otras cosas, leyendo, y nos manda esta preciosa foto otoñal.


...

Y una mini noticia: un capítulo de la nouvelle inédita "Láctea", de Anahí Flores, forma parte de la antología "Jóvenes Escritores Argentinos 2012" (Editorial Mis Escritos). Aparece como un cuento, bajo el nombre de "Natural". 
La antología se puede comprar a través del site de la editorial.
Como curiosidad, esa nouvelle fue escrita durante el curso de novela corta de Ariel Bermani, dictado este año en Casa de Letras.

16.10.12

La lectora Carolina en el Shishapangma

La lectora Caro, desde su carpa en el Shisapangma, aprovecha para leer una Oblogo.




11.9.12

La lectora Chiara y un poema de Catalinas Sur

La preciosa lectorcita Chiara encontró una buena forma de leer en el parque.


Y compartimos Migraciones, un poema de Catalinas Sur (Eloisa Cartonera, 2012) que apareció hace unas semanas en Efimerías, el blog de Vanessa Alanis.



21.8.12

La lectora Betina Z y la lectora sugiere

Hoy recibimos estas dos imágenes de la lectora Betina Z, quien anda disfrutando de buenas lecturas junto al mar.



Y compartimos más reseñas de la lectora sugiere, publicadas en la revista digital CatamarcaPress:

Como todos los meses, tratamos de sugerir libros nada parecidos entre sí, para días distintos o lectores diferentes, porque cambiamos como lectores dependiendo del día o la hora. Hoy tenemos un cuento de invierno, la novela que acaba de ganar el premio Alfaguara de novela, un libro cartonero y un diario de viaje a Brasil. Que tengan buena lectura.
Seguir leyendo aquí.

5.6.12

La lectora Luisa y la lectora sugiere


La pequeña lectora Luisa, desde Rio de Janeiro, nos vino a visitar a nuestro blog.
Y aprovechamos este post breve para contarles que desde el mes pasado, periódicamente, aparecerán nuestras sugerencias de lectura en la revista digital CatamarcaPress
Llega el otoño, se caen las hojas pero no las de los libros. Llenemos los primeros días del otoño con buenas lecturas. El mes de abril es ideal para leer al aire libre, ya no hace tanto calor, todavía no se vino el frío. Para esta época, tenemos cuatro opciones completamente diferentes: una novela, un cuento corto, una novela breve o nouvelle, un libro infantil. (Leer las reseñas en CatamarcaPress).
¡Buena lectura!




17.4.12

La lectora con amigos lectores y con sorteo

Desde enero y hasta hoy, la lectora se tomó una licencia por maternidad. Muchas gracias a todos los que enviaron sus textos y fotos para que el blog continuara vivo todos esos meses. En este post juntamos un montón de imágenes sueltas que recibimos, durante los últimos tiempos, de lectores amigos del blog. 
Y, para celebrar que retomamos el ritmo habitual de la lectora, se viene un sorteo. Todo aquel que deje un comentario en este post durante las próximas dos semanas, participará del sorteo de un libro de Andrés Quincoses, que es el autor del post La lectora y una decisión difícil. Al libro de cuentos de Andrés lo comentamos hace poco en la revista Esencia Patagonia, dense una vueltita por la reseña si quieren saber de qué se trata.
Mucha suerte y ¡hasta la semana que viene!
(Los resultados estarán no el martes que viene, sino el otro).
La lectora

Fran en Cariló, foto de Alicia Céspedes


Manu en la cama, foto de Alejandra Segura Cortez

Meli en Sampa, foto de Antonio Prates

Vale Migoya en Retiro, foto de Anahí Flores

Martín de campamento, foto de Fede Hanssen

Eli en Barcelona, foto de Magda Stasiak

Ale a orillas del río Douro, autofoto.