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20.6.17

Anahí Flores lee a Maumy González

En julio (¡falta, pero no mucho!) arranca un taller de cuentos con animales. Mientras le doy vueltas a la idea y preparo el programa, me encuentro con Karma, cuento de Maumy González, del libro Imagina la felicidad (Qué diría Victor Hugo?, 2017). Como en este libro abundan los cuentos con animales, les comparto mis impresiones post lectura.


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Videos en los que comento otros cuentos o novelas:

Post lectura de Las garras del niño inútil, de Luis Mey, acá, y de Hendijas, de Mariana Travacio, acá.

28.3.17

La cocina del cuento Frente al glaciar

En La Aquateca, Maumy González está dando una serie de talleres virtuales y gratuitos muy interesantes. En el taller de marzo, trabajó con mi cuento Frente al glaciar (quien quiera, puede leerlo en La Aquateca, entrando a este link). Maumy me pidió, para el taller, que le contara cómo surgió la idea del cuento. Les comparto lo que le respondí.



La cocina de “Frente al glaciar”

En enero de 2011 pasé casi un mes en el campamento base del Aconcagua, a 4.300 m de altura. Ahí, en Plaza de Mulas, hay una ciudad de carpas, en su mayoría habitadas por extranjeros. Algunos suben en diciembre, se quedan hasta marzo y se instalan con paneles solares y conexión satelital, entre otros lujos. En el extremo opuesto están los que van de pasada con el único motivo de aclimatar el cuerpo (o sea, adaptarlo a la altura), para luego intentar “hacer” cumbre.
A cierta distancia de lo que sería el campamento base, pero visible desde ahí, hay un hotel que recuerdo de piedra y madera. Entre los habitantes “estables” de Plaza de Mulas (aquellos que se instalan durante la temporada y que suelen ser médicos, rescatistas, porteadores, etc), se cuentan historias de fantasmas que transcurrieron en el hotel y en la región en general. Es costumbre, en esos ámbitos, compartir relatos de hechos sobrenaturales que le pasaron “a un amigo de un amigo”. La falta de oxígeno y la cercanía con el peligro extremo facilitan este tipo de experiencias. No es raro que alguien que antes hubiera visto los relatos de fantasmas como ficción, empiece a tomarlos como una alternativa posible y real después de pasar cierto tiempo a más de cuatro mil metros de altura. El ambiente modifica nuestras percepciones. Con frecuencia, entre los que suben, más de uno tiene una experiencia propia con “alguien invisible o incorpóreo” y luego la comparte, dando espacio a la duda: ¿habrá ocurrido en serio o será sugestión?
Inspirado en una historia que me contó un porteador (¡era de noche y me impactó!), nació Frente al glaciar. El glaciar en cuestión es el Horcones y la primera versión la hice en un cuaderno, sentada en una roca junto al glaciar, o frente a él, ya no sé, desde donde alcanzaba a ver el hotel. No creo que hubiera nadie cerca, al menos en un par de kilómetros a la redonda.

Este cuento forma parte de Todo lo que Roberta quiere, libro que escribí lejos del nivel del mar. En la mayoría de los cuentos uso experiencias propias. En este y en algún otro, aprovecho historias que tomé “prestadas” (¿o robadas?) de amigos que conocí en la altura.

Foto en abril del 2011, escribiendo alguno de los cuentos de Todo lo que Roberta quiere



28.2.17

Fantasmal

¿Van los fantasmas a la playa?
Al menos Fantasmal sí fue. 
(Mandá un mensaje a La Aquateca, el site de Maumy González, y ella misma te explicará cómo conseguir tu ejemplar).

Agradecemos la presencia del fantasma en el Lago Nahuel Huapi a la intervención de Julio Flores.
Fantasmal es una plaqueta, editada por La Aquateca a fines del año pasado.
Contiene dos cuentos:
Aniversario (de Anahí Flores) y Deja la luz encendida (de Maumy González).
Se aconseja leer de día.

31.1.17

Fantasmal - plaqueta

A Doña Maumy y a mí nos gustan algunos fantasmas, y de vez en cuando sociabilizamos con ellos, como muestra la imagen de este desayuno:

Anahí Flores, Maumy González, Julio Cortázar & Sebastián Grimberg, en pleno desayuno.
Agradecemos la presencia de Cortázar a Julio Flores.

Por eso tenemos varios cuentos de fantasmas y se nos ocurrió juntar uno de cada una en esta pequeña edición de Aquateca.
Contiene los cuentos: Aniversario (mío) y Deja la luz encendida (de Maumy).



Julio Flores hizo la imagen traslúcida de la tapa.



Y mi querido amigo Fabián Siccardi, autor de Bestias afuera, gran novela donde el tema de las apariciones está presente, dijo:

Los fantasmas son una presencia constante en nuestras vidas: los que nos hacen compañía, los que nos asustan, los que nos recuerdan la dicha del pasado, los que nos muestran la cara más aterradora del futuro… Con maestría literaria, Anahí Flores y Maumy González construyen dos historias de fantasmas del siglo veintiuno que abrevan una tradición literaria con cientos de años de historia.

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Dónde conseguir una plaqueta de Fantasmal: escribiéndole un mail a Maumy (difusion.aquavioleta@gmail.com) o contactándola por su perfil de facebook.













2.2.16

Se durmió en Aquateca

Gracias Maumy González por este comentario de Se durmió y otros poemas.
Link al post original, acá.


En 2013, Anahí Flores ganó el tercer premio en poesía por el Fondo Nacional de las Artes con su libro Se durmió y otros poemas. Este año, el libro acaba de ver la luz, gracias a la editorial Bajo la luna. Lo tengo, acá, en mi biblioteca. Es raro volver a leer estos poemas ahora sí, impresos en papel color hueso; un libro tan sólido, tan bello.



A mi modo de ver, Se durmió esta compuesto por poemas donde el protagonista es el ojo escrutador. La primera parte del libro son poemas como flashes, momentos donde una madre queda suspendida en esa instancia de soledad, brevísima, que le regalan los sueños de su pequeña. Se durmió, dice y la observa:

"Se durmió
Vamos

antes de que me escuche

pensar en ella."
El resto del libro son poemas con variaciones de ese mismo ojo que va sacando velos para dejar expuesta una realidad diferente a la que cualquier otro vería.

Un libro editado con el cuidado y dedicación de Bajo la luna. Si te gusta la poesía anda a buscarlo. Para más información puedes contactar a la editorial desde su fanpage

15.12.15

Cuatro cuentos de bailarinas

Para los que no pudieron venir, aquí van los cuatro primeros cuentos del Proyecto Bailarinas, leídos por sus autores.


Maumy González, lee Libélula.


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Sebastián Grimberg, lee Estamos en diez.



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Anahí Flores, lee No sin cariño.


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Y cierra Laura Massolo, leyendo Una melodía de Chaikovski.


Gracias a La aquateca por la edición de los videos, y a Mendel Libros por recibirnos.

8.12.15

El living sin tiempo

Todos los sábados, de 9 a 11 AM, en FM 90.1 Mhz, hay un programa especializado en música y literatura breve. Se llama El living sin tiempo. Tuve la suerte de ir de invitada el sábado pasado, junto a Maumy González, a conversar del proyecto de cuentos de bailarinas y a leer algunos de nuestros textos. 
Las dos horas de programa estuvieron dedicadas a la danza: músicas donde aparece la idea de bailar, micro ficciones de autores varios en las que hay bailarinas.
Gracias, Martín Gardella, por preparar esta edición temática con tanto detalle. Un placer haberlos visitado nada menos que en el capítulo 123.


Quienes quieran escuchar el programa del sábado, volverá a transmitirse este martes 8 de 20 a 22 hs. Y luego quedará disponible en El living sin tiempo, donde también se encuentran los 122 capítulos previos.

10.11.15

Lectura de los primeros cuentos de bailarinas

El martes pasado, en la librería Mendel, leímos los primeros cuatro cuentos del proyecto Bailarinas (atención que serán muchos más). Les comparto algunas imágenes, tomadas por Euge Miqueo

Gracias a todos: los que vinieron a escuchar, a sacar fotos, a filmar, a Fede que nos prestó el espacio, a Nico Davico que dio clima al encuentro con su música y, sobre todo, a Laura Massolo, Maumy González y Sebastián Grimberg, por confiar en este proyecto.


Maumy González leyendo Libélula, su cuento de bailarinas.
Sebastián Grimberg leyendo Estamos en diezsu cuento de bailarinas.

Nicolás Davico con su guitarra.

Anahí Flores leyendo No sin cariñosu cuento de bailarinas.
Laura Massolo leyendo Una melodía de Chaivkovskisu cuento de bailarinas.
Escuchando los cuentos, escuchando la música.

El proyecto sigue en marcha. Esperamos tener una nueva tanda de cuentos de bailarinas, de otros autores, para el próximo otoño.



3.11.15

Las bailarinas de Kafka

Cuando se está escribiendo sobre un tema en particular, las antenas van en esa dirección. Así, al leer los diarios de Kafka (pg 264), me encontré con este fragmento. 



Nos vemos hoy a la noche en Mendel Libros, para la primera lectura de los cuentos de bailarinas :-)



Qué: lectura de los primeros cuatro cuentos del Proyecto Bailarinas.

Quiénes: Laura Massolo, Maumy Goonzález, Sebastián Grimberg, Anahí Flores.

AdemásNicolás Davico tocará la guitarra y cantará, entre cuento y cuento.

Cuándo: martes tres de noviembre a las 19:30 hs.

Dónde: en Mendel Libros. Paraguay 5163 (entre Fitz Roy y Humboldt).

29.10.15

Cómo surgieron los primeros cuentos del Proyecto Bailarinas

El Proyecto Bailarinas reúne a más de diez escritores. Comparto la experiencia de escritura de los primeros cuatro autores, que son quienes leerán (leeremos) sus (nuestros) cuentos el próximo martes tres de noviembre, a las 19:30 en la librería Mendel.





Dice Laura Massolo:
La propuesta de escribir sobre bailarinas supuso adentrarme en un mundo que no conozco más que como espectadora; tuve que investigar, abordar nuevos lenguajes, imaginar climas y, lo más difícil, intentar ser creíble.
Me resultó más práctico resolver la historia desde el policial. De esa manera, soslayé el compromiso de subir a un escenario o de intentar un solo paso de danza, lo que hubiera resultado en un cuento humorístico. Así y todo, de no ser por la guía constante y paciente de Anahí Flores, mi policial de bailarinas estaría lleno de disparates.
Curiosamente, el ingreso a este universo me dejó dando vueltas por “Una melodía de Chaicovski” que quiere continuar, quizá, en una novela.
Agradezco esta experiencia a nuestra verdadera bailarina y a los maravillosos compañeros que vienen danzando conmigo en la escritura.


Dice Sebastián Grimberg:
Mi experiencia con el ballet se limita al recuerdo de la imagen de Jorge Donn, en un cassete del Bolero de Ravel que tenía mi viejo, a la película Billy Elliot y al capítulo de Los Simpsons que lo emula. Sin embargo, dejando de lado eso de que el escritor tiene que conocer a fondo el tema del que escribe, cuando Anahí Flores me invitó a ser parte de la antología no lo dudé. Dije que sí, después me puse a pensar qué podría escribir. En general los cuentos me llegan como ideas cerradas, completos, no suelo ponerme a pensar qué escribir. La propuesta fue entonces un desafío, sobre todo por tratarse de un mundo totalmente ajeno para mí. Durante esa búsqueda de material para el cuento, incluso pensé en ir a ver algún espectáculo de ballet. Ahí estuvo la solución (en el pensamiento), porque de inmediato recordé el comentario que hizo el padre de un amigo al volver del Colón, luego de presenciar, a su pesar, una función de ballet. Sobre ese recuerdo, el cuento no tardó en armarse.

Dice Mau González:
No me gusta escribir bajo consigna. Por lo general, me sugieren un tema y se me traba la creatividad. Sin embargo, cuando Anahí Flores me pidió un texto para la antología de “Cuentos de Bailarinas” le dije que sí. Mientras charlábamos -mate de por medio- le había estado contando que una de mis hermanas, de niña, había tomado clases de ballet. Me tocó llevarla a la evaluación inicial. La recordaba con malla, medias cancán y un moño tirante. Mamá había tenido que estirarlo bien para que no se le salieran los rulos. Pasé horas sentada en el banco del pasillo principal de la escuela, mirando pasar niña tras niña al salón. Los acompañantes debíamos esperarlas hasta que salieran. Pasaron horas, o por lo menos ese es el recuerdo que tengo: la espera. ¿Por qué no escribís sobre eso?, me preguntó Anahí y yo acepté la sugerencia. Pero como suele pasarme algunas veces, el germen que creía ideal para sacar un buen cuento no me convenció. Me parecía flojo, poco particular, o quizás poco cercano a los temas sobre los que me gusta trabajar. Por más que intenté, el cuento no pasó de unos cuantos inicios irresolutos. Le seguí dando vueltas, hasta que surgió una imagen: zapatillas en movimiento. Pienso en ballet y las zapatillas son la primera cosa que se me viene a la cabeza. Imaginé una bailarina con muchas zapatillas, de distintos colores, su accesorio fetiche. El personaje era una muchacha bailando sola en una habitación cerrada, en streaming. Como no conocía ningún movimiento de ballet me tocó investigar. A medida que lo hacía, me comencé a fascinar con esos cuerpos de espiga, el trabajo que realizan para lograr gracia y elasticidad, su estética, la disciplina. Me inventé muchas cosas, claro. Algunas tuve que ajustarlas, gracias al buen ojo de Anahí. La verdad ha sido un trabajo fascinante y, sobre todo, lúdico. Es lindo descubrir nuevos procesos, trabajar con otros temas. Así, surgió Libélula. Espero que los lectores lo disfruten.

Dice (digo) Anahí Flores:
Escribí No sin cariño a partir del mito de la gillette en la zapatilla de baile. Nació en el 2009, gracias a una consigna de Hugo Correa Luna, en Casa de Letras. El año pasado lo reciclé, cambié escenario, voz narradora, personajes... Sólo mantuve la anécdota de la gillette y cierta atmósfera malvada. La voz de la maestra la tomé prestada de mi antigua maestra de clásico.

Este cuento fue el disparador de la idea de la antología. No sabía en qué contexto publicarlo y se me ocurrió llamar a amigos que escribieran otros cuentos ambientados en el mundo del ballet. Los primeros cuentos ya llegaron y están superando mis expectativas. Ahora, a buscar editorial.


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Algunas imágenes divertidas de la etapa de revisión:

Mau y Anahí, leyendo por enésima vez el mismo cuento

Sebastián, dándole vueltas a su cuento Estamos en diez

Anahí, Laura y Mau, preparando la lectura
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Qué: lectura de los primeros cuatro cuentos del Proyecto Bailarinas.

Además: Nicolás Davico tocará la guitarra y cantará, entre cuento y cuento.

Cuándo: martes tres de noviembre a las 19:30 hs.

Dónde: en Mendel Libros. Paraguay 5163 (entre Fitz Roy y Humboldt).

20.10.15

No sin cariño



Escribí No sin cariño a partir del mito de la gillette en la zapatilla de baile. Nació en el 2009, gracias a una consigna de Hugo Correa Luna, en Casa de Letras. El año pasado lo reciclé, cambié escenario, voz narradora, personajes... Sólo mantuve la anécdota de la gillette y cierta atmósfera. La voz de la maestra la tomé prestada de mi antigua maestra de clásico.

Este cuento fue el disparador de la idea de la antología de cuentos de bailarinas. No sabía en qué contexto publicarlo y se me ocurrió llamar a amigos que escribieran otros cuentos ambientados en el mundo del ballet. Los primeros cuentos, de Laura Massolo, Sebastián Grimberg y Maumy González, ya llegaron y están superando mis expectativas. 
Nos vemos el martes tres de noviembre, a la noche, en la librería Mendel.

Anahí Flores



13.10.15

Lectura de cuentos de bailarinas

Antología de cuentos de bailarinas

Hay literatura ambientada en los más diversos mundos. Muy poca en el del ballet. Este proyecto surge de las ganas de que esa literatura exista. Por eso se me ocurrió convocar a diez autores que, salvo en un caso, nada tienen que ver con la danza. La consigna fue que escribieran bajo cualquier punto de vista, siempre y cuando el ballet apareciera. Así, se está formando una antología de cuentos alrededor de este tema, que anda en busca de editorial. Mientras tanto, iremos haciendo lecturas. La lectura de los primeros cuatro cuentos, de Laura Massolo, Sebastián Grimberg, Maumy González y quien les escribe, será el martes tres de noviembre, a las siete y media, en Mendel Libros (Paraguay 5163). 
Están todos invitados.

Anahí Flores
Ilustración de Maria Wright

Quienes quieran, pueden dar un "me gusta" en la fan page del proyecto bailarinas.

1.9.15

Sobre la revisión y los amigos



Un amigo dijo hace poco que la vocación literaria se reconoce en el placer de corregir más que de escribir. Desde hace un año vengo haciendo la revisión de mis cuentos con Mau González, y viceversa. Somos capaces de pasar tardes enteras cambiando frases de lugar, mirando una página tan llena de tachones, flechas y comentarios que nadie más descifraría. Vamos sacando capas y capas de texto como quien lo limpia o desviste hasta dar con la versión final.
Últimamente no escribo texto que no pase por su lectura atenta. Estoy pensando, incluso, en mandarle estas líneas para revisar.

21.7.15

Ciertas horas de la primavera

Algunos poemas de Ciertas horas de la primavera obtuvieron la primera mención en el concurso 20 años de llantodemudo (organizado por Llantodemudo Ediciones).

Agradezco a Ariel Bermani, que una vez más me ayudó siendo el primer lector del material y a Mau González, mi proveedora de información sobre concursos.

Me di cuenta de que esta serie inédita forma un conjunto de poemas urbanos con La Plaza (Paisanita Editora, 2013) y Catalinas Sur (Eloisa Cartonera, 2012). Así que quiero agruparlos y que se transformen en un único libro que a partir de ahora está en busca de editor. ¡Escucho propuestas! ;-)