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22.8.17

Hablando de Botones

Hace poco más de dos meses, María José Eyras me invitó al ciclo de lecturas que organiza en la Asociación de Ex Alumnos del Colegio Nacional de Buenos Aires. Este videíto de cinco minutos es de un fragmento de esa charla, en la que terminamos hablando de Plaza de Mulas (Aconcagua), mi cuento Botones (del libro Todo lo que Roberta quiere, Textos Intrusos) y las montañas en general. Y de los límites entre la realidad y la ficción, cosa que, a veces, me confunde un poco.


15.4.14

8.4.14

La lectora sin libro




Hay momentos en que la lectora establece una relación a distancia con el libro que está leyendo: lo piensa, lo extraña, imagina sus próximas páginas. A veces está más cerca del libro así que cuando lo tiene abierto y en sus manos.

24.9.13

"Todo lo que Roberta quiere" en Alma Singer y sugerencias de la lectora en Comunidad del trueque

Vero Mariani, del blog amigo Alma Singer, leyó el libro de Roberta y aprovechó el viernes pasado, último día oficial del invierno, para comentarlo. Vero dice, entre otras cosas:

“Todo lo que Roberta quiere” es un libro de cuentos escrito por Anahí Flores, conocida por acá como Ani La Lectora. Es una edición de Textos Intrusos y es la suma de palabras que yo le dedicaría al invierno. Todas las historias acontecen en la montaña, y fueron escritas por un alma de montaña, por alguien que la vivió de muchas maneras, en muchos momentos y en muchos puntos de altura. Ani sabe de lo que habla para que Roberta sepa bien qué es lo que quiere".


(Foto: una versión abrigada e invernal de Roberta, que tomamos prestada del blog de Vero).

Gracias Vero por la lindísima nota, invitamos a quienes quieran leerla completa, a pasar por aquí.

...


De paso, antes de que se termine este post y nos despidamos hasta el martes próximo, les dejo la reseña del libro de las clases de Julio Cortázar, que acaba de aparecer en el blog amigo Comunidad del trueque. Dice Lau Gambale:

Para arrancar quiero presentar la recomendación especial que hizo Anahí Flores (si, la querídisma escritora y Lectora en la ciudad) acerca de Clases de Literatura, ideal para celebrar el pasado día del estudiante, del gran Julio Cortázar.

Para leer la reseña y la nota completa, pasen por aquí.
Ahora sí ¡hasta el martes que viene!



22.1.13

La lectora y la fiebre




La lectora siente la piel colorada como si estuviera asomándose a una olla con un guiso humeante. Con cada página que avanza se acalora más. Las palabras le exigen que se desabrigue. Pero se queda inmóvil; la pequeña lectora duerme en su regazo y moverse equivaldría a despertarla. ¿Debería dejar de leer hasta que termine su siesta? Para variar, no lo hace: pasa otra página. Entonces nota que la pequeña lectora va tomando temperatura. Como si las palabras también le afectaran. La lectora piensa que si la pequeña escucha su lectura silenciosa, ya es hora de seleccionar cuáles libros leer en el caso de tenerla a upa. O seguir igual, sin filtros, y ver qué pasa.

16.10.12

La lectora Carolina en el Shishapangma

La lectora Caro, desde su carpa en el Shisapangma, aprovecha para leer una Oblogo.




13.11.11

La lectora Caro

Mientras la lectora se pasea por Copacabana, otra lectora anda por climas más fríos y con una Oblogo en las alturas. 

Caro ya la habíamos visto por aquí con La lectora sueña


7.6.11

La lectora en el medio


Quisiera ser un personaje de un cuento, para estar metida siempre en un libro.
Camila, en un cuento de Ricardo Bada (1939), mercenario de la escritura.

Si la lectora está en el medio de mucha gente desconocida, lee. En el medio de un trámite, lee. En el medio de una fila, lee. En el medio de un parque, lee. En el medio de un viaje en colectivo, lee. En el medio del tránsito, lee. En el medio de la nada, lee. En el medio de la ruta, también lee.

10.1.11

La lectora en enero

Durante enero, la lectora estará por aquí. Así que ya saben, si quieren saber de ella, pasen por Oblogo o por Plaza de mulas. ¡Hasta la vuelta!

7.12.10

La lectora, Miguel, Oblogo y el Aconcagua

Desde esta semana y hasta enero, la lectora, Miguel y Oblogo se están preparando para visitar el Aconcagua. Mientras Miguel y Oblogo intentarán la cumbre, la lectora se quedará en Plaza de mulas con cantidad de Oblogos para repartir entre los andinistas.
Podés seguirles los pasos desde aquí.
Comenzando por la Introducción.
Gracias a Vero Mariani, que incluyó la noticia por el medio de su popurrí del viernes.
Y al periódico digital Alteridad, que mencionó nuestros primeros pasos.
Y, no podía faltar, la noticia está en el número 49 de Oblogo, que podés bajar en PDF o ver on line.



3.9.10

La lectora frente al monitor


Presentamos otro texto para la lectora escrito por el autor de El nido prestado, quien (ya que estamos les contamos) fue distinguido con el Premio Oblogo Hipotecario de este año con su cuento Clandestina (vale la pena leerlo).
Otros textos de Darío para la lectora aquí y aquí.

La lectora frente al monitor
El paisaje es un poema, un texto fantástico, una visión mágica de un texto de Michael Ende o de Tolkien, el marco en el que se desarrolla un pasaje de Jack London o la infancia de Máximo Gorki.
Un paisaje, una imagen y en ella, múltiples lecturas, ¿y la lectora? La lectora mira esta nieve, este pino, este universo blanco y verde y lo lee. La lectora lee en este instante; lee y en su cabeza escribe una novela, un cuento, un verso, un ensayo.
Dondequiera que estés, lectora, decime: ¿qué estás leyendo sobre este paisaje verde?


También en El nido prestado.

19.5.10

Algunos poderes de la lectora

Leer es una destreza. Mientras más se practica, mejor se hace. Mientras mejor se hace, menos esfuerzo se requiere. Mientras menos esfuerzo se requiere, más se puede y se quiere hacer.
Keith J. Topping (autor de la declaración de los derechos del lector)

Ciertos lectores muy bien entrenados, logran irradiar las palabras que leen hacia fuera de su mente de forma tal que éstas se independizan y moldean el entorno a su imagen y semejanza. La lectora domina esta técnica milenaria y hoy por la mañana, en pleno microcentro porteño, se dispuso a recrear paisajes andinos con sólo leer su descripción detallada en las páginas de un libro.

9.5.10

La lectora en la cumbre



"... abrió el libro por la primera página. Sabía que se iba a quedar allí, en la cumbre, leyendo aquel libro. Porque el aire era puro, la historia era como el aire y abría el alma; y allí, leyendo, era hermoso aguardar el final."

Fragmento del sueño del escritor y viajero Robert Louis Stevenson.
De Antonio Tabucchi (1943), escritor italiano.

14.4.10

El sueño de la lectora



Mi amiga Cecilia Fau, un día nos recitó esta antigua canción china:

"Bajo el almendro de tu esposa,
cuando la primera luna de agosto
surge por detrás de la casa, podrás soñar,
si los dioses te sonríen, los sueños de otro."

Y entonces mi amiga Amalia Eraso, inspirada en esa idea, escribió:

El sueño de la lectora

Sueña despierta, dormida, sueña sueños en duermevela. Sueña toda la vida. Soñadora empedernida, soñadora de fantasías...
Se deja llevar. Esta tarde está en un bosque inmenso, frondoso y profundo como su sueño. Lo habitan hadas, duendes, colores e historias. Allí los árboles tan altos, casi no dejan llegar el sol. Soñadora respira, se inunda de aire, se estira, levanta los brazos, se arquea. Siente su cuerpo, lo domina. Y comienza a volar. Pasea entre las copas de esos gigantes como un pájaro, saboreando el aroma a hojas, a castañas y a nogal. Busca. Encuentra un claro en ese bosque infinito y baja. Se acomoda. Los rayos de luz la iluminan (la abrazan).
Entonces, abre su libro para seguir soñando.