27.8.10

La lectora se teletransporta

La lectora está en la ciudad. Mientras camina, disfruta de todas las maravillas del microcentro: edificios del siglo pasado junto a construcciones modernas; transeúntes tal vez más elegantes por ser invierno; bares antiguos donde basta con asomarse para que el propio aroma del café te arrastre hacia su interior, te induzca a sentarte en una mesa (si es junto a la ventana mejor) y allí te mantenga por horas, como hipnotizado mirando a la gente que pasa; peatonales con faroles que se encienden ni bien atardece; noches frías para usar tapados y bufandas y sentirse, por un rato, como en una película en blanco y negro o en una foto sepia.
Sin embargo, una parte de la lectora anhela distanciarse de todo eso por una tarde. Consciente de que el solo hecho de leer funciona como llave hacia la teletransportación, visualiza cuántas lectoras habrá, en ese mismo instante, en otros paisajes, leyendo en idiomas diferentes. Selecciona, de entre todas, las que están en clima cálido aunque no consigue contarlas de tantas que son. Miles de lectoras (tal vez más) hundidas en sus libros en simultáneo. Entonces, elige una (hay algo familiar que hace que se decida por ésta y no por cualquier otra) y se concentra en ella. Adopta una posición igual a la de la otra lectora. Toma el libro de forma idéntica, respira en un mismo ritmo. Sabe que cada detalle es clave para lograr su objetivo. Le imita hasta el gesto. Y la lectora, un segundo después, siente el pasaje del frío al calor pero no precisa sacarse ni el tapado, ni la bufanda, ni los guantes que traía. Funcionó. Ahora está en el cuerpo (e incluso con la ropa) de esa otra lectora hasta hace un rato desconocida, quien a su vez se encuentra en el cuerpo de nuestra lectora. Es posible que esa chica se pregunte cómo un segundo atrás estaba en Rio y ahora, en Buenos Aires. Cómo antes se encontraba junto a una pileta y ahora viste tapado, guantes, botas. Cómo el pelo (llega a verse el pelo, que con el viento revolotea alrededor de su cabeza) cambió los rulos negros por el lacio castaño.
Pero no nos alarmemos. Enseguida va a encontrar las respuestas. En principio, para tranquilidad de ambas, avisamos que sólo es un intercambio temporario y, cuando la lectora que vino del trópico busque en la cartera de nuestra lectora (que ahora cuelga de su hombro), encontrará un mapa de la ciudad y algún libro en español. 
Y quien esté leyendo este texto, siéntase en total libertad para elegir en qué rincón del mundo sentarse a leer. Hay tantas opciones.

foto: del archivo personal de Melina Flores

22.8.10

La lectora de visita en El borrador de papel

Aprovechando el domingo, la lectora pasó de visita por  El borrador de papel. Si alguien quiere venir con nosotros, estaremos un rato más por ahí.

20.8.10

La lectora de paso por la comunidad del trueque


Hoy la lectora se fue de paseo a la comunidad del trueque ¿la conocen? Es un espacio donde Lau Gambale presenta artistas, proyectos, lugares, personas que a ella le hayan llamado la atención, para que se conozcan e intercambien entre sí lo que cada uno tiene a ofrecer. Lau Gambale construye puentes. E hizo esta nota sobre otros aspectos de la lectora, y también menciona, claro, este blog.

19.8.10

La lectora en Media mesa

Anoche descubrimos, una vez más a través de a la herramienta de estadísticas (gracias a Miguel que nos enseñó a usarla), que una lectora de este blog escribió un texto muy lindo después de leer la lectora de madrugada.
Ella empieza diciendo: "No sé como llegué al blog “La lectora en la ciudad”. Su blog, simplemente, me inspira belleza." Leamos el texto completo, aquí.

17.8.10

La lectora de madrugada

foto: autorretrato de Anahí Flores
Hay solo dos cosas con las que uno se puede acostar: una persona y un libro.
Ray Bradbury (1920),
escritor estadounidense.
En el medio de la noche se despierta sobresaltada. Un torrente de palabras que se asoman desde lo que queda del sueño la aturde en silencio. Se sienta, toma un poco de agua y, con la intención de despertarse por completo, abre el libro que descansa sobre la mesita de luz. Posa los ojos en esa página nunca antes leída por ella y frases idénticas a las de su sueño se suceden una tras otra. Extrañada, cierra el libro y hace lo posible por retomar el sueño donde, según parece, la lectura continúa de todas formas y sin la necesidad de mantener los ojos abiertos.
También en:
Los martes miento N 202 (revista virtual semanal)

16.8.10

La lectora en el periódico digital Alteridad

Gracias a la gente del periódico digital Alteridad, por divulgar nuestra convocatoria y el texto de La lectora respira tanto en agosto como en septiembre. Y como el periódico es de España, la lectora no pierde la ocasión de sentirse un poquito de viaje por la península ibérica (por el momento sólo sentirse).

14.8.10

La lectora mencionada en Nada personal

Nuestra amiga y lectora de este blog Cat, dueña del blog Nada personal, nos eligió como uno de los doce blogs que ella recorre en "sus caminos retorcidos" (palabras de Cat). ¡Muchas gracias!

13.8.10

La lectora en Divagante divergente

Resulta que Diego Ariel Vega iba en el subte y creyó ver a la lectora. Luego, confirmó que sí, que era la lectora nomás. Pero antes de salir de esta duda, escribió Te leo de reojo y no te leo. Pasemos por su blog a leerlo de frente. Y estemos atentos al ir por la calle, podemos encontrarnos con la lectora en cualquier lugar...

12.8.10

La lectora en Já cheiro o samádhi

Parece que hoy es un día de viajes, porque ahora la lectora se dio una pasada por Já cheiro o samádhi, blog de Portugal. ¡Aprovechemos para visitar Lisboa!

La lectora en Libre pensar del Yôga

La lectora está de paseo por Libre pensar del Yôga (su nombre original, ya que se trata de un blog de Brasil, es Livre pensar do Yôga) con La lectora y sus cuerpos. ¡Pasen, pasen!

9.8.10

La lectora convoca


La lectora está muy feliz porque le falta poco para llegar a los 100 lectores. Desde hace unos días, está pensando en cómo celebrarlo. 
Y hoy se despertó con esta idea: invitar a todos sus lectores a que le manden una imagen (foto, dibujo, video, pintura, collage) que represente a La lectora respira, texto que aún no tiene imagen.
Enviarla a: lalectoraenlaciudad@gmail.com (Confirmaremos la recepción de cada email).
Todas las obras recibidas ilustrarán el texto, construyendo el post más largo y compartido que este blog haya tenido hasta el momento.
Una vez recibidas, las obras serán colocadas en el blog (aquellos que tienen blog podrán especificarlo en el envío, para ser linkeados desde aquí).
Hay tiempo hasta el 21 de septiembre.
Luego, un jurado especializado elegirá la obra ganadora y el autor recibirá un premio por correo (no importa en qué país resida).
El premio será el ejemplar que la lectora lee en el subte.
Características del trabajo a enviar: que la imagen represente una lectora en la situación relatada en La lectora respira (las imágenes que no lo representen, o que sean de mal gusto, serán descartadas).

Copiar, en el mail del envío, el siguiente texto:
"Yo, fulano de tal, autorizo a Anahí Flores a publicar la imagen por mí creada en  http://lalectoraenlaciudad.blogspot.comsiempre que cite al autor como fuente.

¡Esperamos sus obras!
Los saluda,
La lectora

La lectora respira
Nadie duda de que, mientras ella lee, el mundo continúa. Sin embargo, la lectora está muy convencida de que casi todo se detiene cuando se abre un libro. Una de las pocas cosas que, según ella, se mantiene en funcionamiento es la respiración. Y esa tarde, en el medio de una página, descubre cuán importante resulta respirar para leer. No por la obviedad de que se mantiene viva, sino porque cuando inspira, junto con el aire, las palabras ingresan a su cuerpo. Luego, el aire que exhala va cargado de las mismas palabras modificadas por su propia interpretación. O sea que, al exhalar, ella crea un nuevo libro: la versión personal de lo que acaba de leer.

7.8.10

La lectora en Frases robadas, nuevamente

Nuestra amiga del blog Frases robadas (espacio que puede funcionar como zapping entre infinitos blogs) nos ha vuelto a robar. Esta vez una frase de la propia lectora, extraída de este post.
(Éste debe ser el único tipo de robo que se agradece).
Ver robos anteriores aquí y aquí.

Lecturas de la lectora III

foto: Anahí Flores


La lectora hoy tiene muchas ganas de conversar sobre libros. Pero no sobre uno  en particular, sino sobre las peculiaridades de cada lector: si escribe o no en los márgenes (¿no, jamás haría una barbarie así?, ¿sí, pero sólo con lápiz gris clarito?, ¿sí, y con biforme o marcador indeleble?); si dobla o no las páginas; si compra usados o nuevos (o si le es indiferente); si los huele o los prueba o los escucha (sí, los libros pueden ser apreciados por todos los sentidos); si lee en cualquier lugar, incluso con gente a su alrededor hablándole, o si debe internarse en un sitio solitario; y sobre tantas manías más. La lectora, al pensar en estas cosas, recuerda a una autora que leyó (y releyó) hace varios años. Está convencida de que si un día se encuentra con dicha autora en persona (lo que es poco probable) van a entenderse profundamente por el solo hecho de compartir el amor, en forma íntima o pública, hacia los libros.
Siendo que las posibilidades de encontrar a Anne Fadiman en Buenos Aires son nulas el día de hoy, la lectora va hasta su biblioteca y le da la mano a Ex-libris, Confessions of a common reader. La tarde será toda para ellas.

Otras lecturas de la lectora, aquí y aquí.