Se durmió en el sofá minutos antes de que llegara mi amiga. Me quedé cerca, atenta a que no rodara y se fuera al suelo. Mi amiga entró y movió los labios en un Hola mudo. Nos sentamos, las dos, en el sofá. Frente a nosotras el fuego se movía en la chimenea. Tomamos mate amargo, comimos pan con miel. Nos turnamos para ir al baño o hasta la cocina a recargar la pava. Fue un trabajo en equipo. A las dos horas, mi amiga volvió a mover los labios: Chau, leí. El fuego sigue a los saltos en la chimenea.
A raíz de la lectura de Didáctica (de Poemas frescos, segunda parte de Se durmió y otros poemas), Silvia Hopenhayn recordó ¡Ah, ese frescor en la cara...! de Álvaro de Campos, heterónimo de Fernando Pessoa.
Comparto mi poema Didáctica y luego ¡Ah, ese frescor en la cara...! en español, en portugués, y en la voz de la propia Silvia.
Didáctica
Les había dicho tanto:
que hay que llegar en hora,
que ser impuntual es una seria
falta de respeto con el prójimo,
que incluso hay que saber cuándo habrá marchas que te impidan llegar en un transporte
e impliquen ir a pie; les había dicho
que dejar esperando es casi un crimen,
nadie tiene el derecho
de que quedes plantado en una esquina,
o un bar o plaza o shopping. Y por eso
hoy vine muy dispuesta a soportar
enojos merecidos: llegué tarde.
Pero pensé:
podría ser didáctica,
enseñarles lo que es que te dejen
colgado. Sí, haría eso.
Pero al llegar
en el punto de encuentro no había nadie.
¡Ah, ese frescor en la cara...!
(Álvaro de Campos/ Fernando Pessoa)
¡Ah, ese frescor en la cara de no cumplir un deber!
Faltar es, positivamente, estar en el campo.
¡Qué refugio, que no se pueda tener confianza en uno!
Respiro mejor ahora que ha pasado la hora de las citas.
Falté a todas, con deliberación en el descuido,
esperando esa gana de ir que ya sabía yo que no vendría.
Soy libre frente a la sociedad organizada y vestida.
Estoy desnudo, y me zambullo en el agua de mi imaginación.
Es tarde para estar en cualquiera de los dos puntos
donde debía estar a la misma hora,
deliberadamente a la misma hora...
Pues bien, aquí me quedaré soñando versos y sonriendo en cursiva.
¡Es tan graciosa esta parte lateral de la vida!
No consigo siquiera encender el cigarrillo siguiente... Si es un gesto,
que quede con los otros que me esperan en este desencuentro que es la vida.
Ah, a frescura na face...!
Ah, a frescura na face de não cumprir um dever! Faltar é positivamente estar no campo! Que refúgio o não se poder ter confiança em nós! Respiro melhor agora que passaram as horas dos encontros. Faltei a todos, com uma deliberação do desleixo, Fiquei esperando a vontade de ir para lá, que eu saberia que não vinha. Sou livre, contra a sociedade organizada e vestida. Estou nu, e mergulho na água da minha imaginação. É tarde para eu estar em qualquer dos dois pontos onde estaria à mesma hora, Deliberadamente à mesma hora... Está bem, ficarei aqui sonhando versos e sorrindo em itálico. É tão engraçada esta parte assistente da vida! Até não consigo acender o cigarro seguinte... Se é um gesto, Fique com os outros, que me esperam, no desencontro que é a vida.
Los espero en Runrún, en un rato, para presentar Se durmió.
Eugenia Zicavo dice en Twitter: "Este viernes 19.30 Anahí Flores presenta su libro "Se durmió y otros poemas". De lo más potente que leí en poesía este año. "
Se durmió es el segundo poemario de Anahí Flores, creadora del blog La lectora en la ciudad, autora de un libro de cuentos, del poemario Catalinas Sur, limericks cariocas, libros de yoga, y de una novela inédita.
Tres series de poemas integran este libro. En la primera, “Se durmió”, escenarios cotidianos aparecen bajo el dominio de estados variables, de la exaltación al sueño profundo, de una criatura. ¿Cómo llega el sueño de un niño? “Se durmió” es el verso que inicia todos los poemas de la serie. A partir de allí se despliega un abanico de situaciones: el deseo de huir de los padres, expectantes de esa cuota ínfima de libertad que da el tiempo de la siesta de la hija (Abramos la ventana. Mirá, un barco pasa.), la desorientación ante la calma súbita cuando la niña se duerme y ya no hay a quien cuidar, el asombro ante la naturaleza feroz y tiernamente animal de la beba dormida en la cuna.
Se durmió. /Vamos, /antes de que me escuche/ pensar en ella/ reza el poema más breve del libro. Y así, sucesivamente, laserie recorre con sencillez y eficacia matices de una experiencia clave de los años de la crianza.
En cambio “Motas de polvo”, la serie que cierra el libro, ilustra la fusión de poeta y narradora en la escritura de Flores y adopta la estructura de una narración: Una mota se detiene/ diez centímetros por encima de mis ojos. /Tiene una boca pequeña, sin dientes./ Me saca la lengua, da media vuelta/ y se va con las demás, moviendo una cola larga que no tiene/. El relato del insomnio de la protagonista en una posada en la montaña, un día de viento en que el polvo lo cubre todo, transita una aparente ingenuidad que prepara el terreno a la irrupción, en este remate, de una melange de humor, fantástico y cómic, en la mejor tradición de libertad cortazariana.
Entre las dos series, “Poemas frescos” reúne postales de instantes, apuntes mínimos: la súbita claustrofobia de una mujer al ver la naturaleza de sus uñas asfixiada por una capa de esmalte, la fugacidad de un rato para una misma, o la irrupción de un recuerdo que libera el alma en medio del desorden.
Leve, sutil, aérea, precisa, visual: así es la poesía de Flores. Calvino hubiera apreciado en ella más de una de las cualidades que señalaba necesarias a la literatura de este milenio, salvo contadas ocasiones en que esa misma levedad roza el límite de la superficialidad.
En este libro, que mereció la distinción de un jurado integrado por Diana Bellessi, Fabián Casas y Laura Wittner, la mirada poética de Flores provoca resonancias en el lector. Una mirada que hace de las vicisitudes domésticas – aún las más obvias e inesperadas, como el desorden de una casa o la sensación de contaminación mental que suele producir por momentos la invasión de mails y mensajes– materia poética. Una mirada etérea y a la vez pedestre que se eleva del suelo, gira, vuela más lejos, da el salto.
Se durmió y otros poemas (Bajo la Luna, 2016) de Anahí Flores se presenta este viernes 25 de noviembre a las 19:30 hs. en la librería Runrun, Aguirre 458, Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Se referirán a la obra Silvia Hopenhayn y y Miguel Balaguer. Entrada libre y gratuita.
Leí la colección completa de La Balandra. Muchos fragmentos los releí y los compartí en talleres literarios. Es una revista que admiro como lectora y es un honor que mi cuento Suave esté en el número 12, edición que en estos días anda saliendo de la gráfica.