1.7.10

¿La lectora en el parque?

foto: Lali
Dedicado al parque Vila Ema,
 que no se sabe si continuará existiendo.

La lectora está desorientada. Como si hubiera olvidado hacia dónde queda cada lugar en la ciudad. Camina por las calles céntricas tratando de reconocerlas, pero –aunque podría decirse que las conoce como la palma de su mano– hoy las nota más oscuras. Los autos pasan a su alrededor y cierta densidad en el aire trae el sonido de las bocinas con delay, lo que la confunde aún más. Le encantaría encontrar un parque, o aunque sea un jardín, donde poder sentarse hasta recuperar una especie de cordura que parece habérsele ido. Respira y el smog se le prende a las fosas nasales. Exhala y el smog se le desparrama por la ropa. Y no se topa con ningún jardín. A lo sumo algún arbolito solitario, de esos que tienen el tronco blanco por el veneno para las hormigas y las hojas de un gris sospechoso. Lo más vegetal que tiene a mano es el libro que trae en la cartera. Por eso lo abre y se hunde en él como si se tratara de una pileta. La sed de vida de a poco se calma. Va pasando las páginas y el entorno, antes asfixiante, se atenúa. Las bocinas se transforman en otros sonidos en un trinar de pájaros tal vez. Cree ver, por el rabillo del ojo que antes captaba una vereda seca, una hilera de árboles surgidos quién sabe de dónde. No se anima a despegar los ojos del libro, mantiene serias sospechas en relación al verde que parecería haber aparecido a su alrededor. Teme que si levanta la mirada de la página, vuelva a ver la ciudad en su peor versión. La lectora se mantiene firme, con las pupilas aferrándose a las páginas, y la piel intentando desarrollar ojos que le confirmen que sí, que está en un parque, que no derribaron los árboles, que se puede seguir respirando.
  
Mi amigo Fernando Salvio, de São Paulo, está luchando para que no desmantelen una de las escasas áreas verdes que quedan en su ciudad.
Ayudémoslo desde donde sea que estemos, entrando a su blog y firmando aquí.


6 comentarios:

Susana dijo...

Quando abrimos as páginas de um livro alcançamos a liberdade de sermos outro. De habitar novos espaços. A magia ergue-se em nosso redor como uma nuvem que nos transporta para fora da realidade e quando regressamos já não somos a mesma pessoa que partiu. As palavras ficam agarradas a nós e nunca mais nos irão largar. Voltam a chamar-nos uma e outra vez.

La lectora dijo...

Com certeza, Susana. Um prazer ter a sua visita por aqui, volte sempre ;)

Anónimo dijo...

Leo y firmo, lucho y sumo mi granito de arena.
Por los espacios verdes, por una vida mejor y porque más gente quiera tener espacios para leer.

James Bounce dijo...

Me gustan los parques, paso mucho tiempo en mi patio mientras estoy en la casa. Amo juntarme a sentarme en la plaza cercana a mi casa con amigos. Pero la imagen de los árboles secos sin hojas estáticos en la vereda es lo que me hace siempre querer vivir en una ciudad.

Jose Ramon Santana Vazquez dijo...

...traigo
sangre
de
la
tarde
herida
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazón
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro...


desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ


TE SIGO TU BLOG




CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesía...


AFECTUOSAMENTE
LA LECTORA

ESPERO SEAN DE VUESTRO AGRADO EL POST POETIZADO DEL FANTASMA DE LA OPERA, BLADE RUUNER Y CHOCOLATE.

José
Ramón...

La lectora dijo...

James Bounce: ¡bienvenido a la lectora! Claro que sí, vivir en la ciudad está muy bueno, todos los días una sorpresa.
José Ramón: También bienvenido a la lectora, y gracias por el comentario poetizado.