Siempre nos gusta salir un poco de nosotros mismos,
viajar, cuando leemos.
Marcel Proust
(1871-1922), escritor francés.
Un hueco se abre en su agenda, algún compromiso suspendido que le regala, de un momento a otro, un par de horas libres. Va hacia el río con la idea de sentarse en algún banquito al sol. Antes de llegar al banquito, se topa con un puente. Los puentes hacen que uno no se encuentre ni en tierra, ni en agua, ni en aire, al tiempo que está en todos esos lugares a la vez. Abre el libro mientras cruza el puente, y algo ocurre. El puente, que normalmente la llevaría hacia el otro lado, la conduce hacia las páginas que la despiertan como lectora.
1 comentario:
Anahí!
Adorei a idéia do seu blog! As fotos estão demais! Falta uma foto da leitora no Rio...
Parabéns!
Beijo
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