Hace un año escribí un cuento de una sola sentada. A veces uno escribe historias de a partes: un fragmento ahora, otro fragmento otro día. Puede pasar que, durante el proceso, las partes del cuento cambien de lugar. Pero este del que les hablo salió entero y en orden. Estaba en una isla en Tigre, había bruma entre la vegetación, y la bruma siempre la asocié a los sueños. Por eso en “El crujido de las hojas”, cuento infantil que Patricia Weber ilustró con sus preciosos bordados, el tema de los sueños es central.
Ese mismo año, pero unos meses antes, en verano, tuve la suerte de ver un huemul salvaje en el Chaltén. El huemul se me apareció en la memoria ese día, en la cabaña de la isla, y se metió en el cuento. O en el sueño del cuento.
Espero que, cuando “El crujido de las hojas” se transforme en libro, circule por muchas manos y todos los niños sientan la bruma, vean huemules y presten atención a las cosas que, si quieren, pueden traerse del mundo de los sueños.
Cuento: Anahí Flores
Bordados: Patricia Weber
Fotos: Jitka Teubalová - www.jitkateubalova.com
Cabaña donde todo comenzó: El Mahayana.
(Se viene el libro, pronto habrá más novedades).
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