foto: Diego Barboza Nogueira
Cuando alguien no está del todo en este mundo, los gatos se acercan. Lo hacen en silencio, prefieren no llamar la atención. Estar en dos realidades a la vez sólo es posible si hay un portal para ir y venir, y eso es lo que ellos buscan.
La lectora anda en vaya saber cuál galaxia de páginas mientras está, también, sentada en un banco. Los gatos llegan como si tal cosa. Incluso disimulan y miran hacia otro lado. No maúllan, esperan. Saben que ella tiene el pasaje latente en los ojos y que, cuando se descuide, lo podrán atravesar.
4 comentarios:
Qué bien que te sentás en el misterio...
relato y foto, me encantan!
El gato si no es libre no es gato, porque busca el constante fluir de la energía.
Chakras alineados y ojos muy abiertos tiene la querida lectora.
:)
Sí, así hacen ellos; eso de habitar una sola dimensión les resulta pavoroso.
Amor por este texto; me encantó.
La foto no se queda atrás.
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