El propósito de la lectura no es conseguir que se vendan más libros,
sino que los lectores disfruten más de la vida.
George Holbrook Jackson (1874–1948), escritor británico.
En el nuevo barrio de la lectora hay un rincón adonde a ella le gusta ir a leer ciertos libros. Nunca un libro técnico o de ensayos. Libros de cuentos con letra grande son los que más combinan con ese lugar. Mejor aún si tienen ilustraciones.
La lectora se sienta en su rincón y se deja llevar por el entretejido de letras. Los renglones le parecen hilos. A medida que avanza en la lectura (cada letra teje un punto) avanza en el tejido y, a su alrededor, van apareciendo los pequeños amigurumis (*) imaginados.
(*) Se llaman “amigurumis” los muñecos tejidos en crochet. Gracias a Julieta, de Los sospechosos, por acercarnos sus amigurumis para este post.
4 comentarios:
jajajaajja qué lindo post, son hermosos esos amigurumiiiiiiiiiiiiis!!!!!!!
besos anita!
amé la foto, hasta parecen atentos a la lectura!
un beso!
vero: siiii, viva los amigurumis!!!
los sospechosos: sin embargo, los amigurumis no estaban leyendo ni escuchando nada... ellos eran generados por la lectura misma!
Besos a ambas :)
Son preciosos!
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