foto: Miguel Sampedro
¿Al fin y al cabo qué es la lectura sino un vicio,
como la bebida, la lujuria o cualquier otra forma
de excesiva tolerancia para con uno mismo?
Aldous Huxley, escritor inglés (1894-1963)
Algunos amigos le dicen que compran más libros de los que leen, que ya no saben qué leyeron y qué no, que la pila de libros sin abrir junta polvo en el escritorio. Que no consiguen entrar a una librería sin llevarse varios libros, ni tampoco dejar de frecuentarlas para terminar, de una vez por todas, con este vicio. Que los libros en la casa ocupan más espacio que cualquier otra cosa. Que siempre tienen que apartar libros que se adueñan de los sillones, las mesas, el pasillo, el baño. No cocinan más porque, a falta de un lugar mejor, guardan libros en el horno. Tienen hambre, huyen de su casa para poder alimentarse, pero es más fuerte que ellos: se desvían, entran en una librería de usados y, a los pocos minutos, ya tienen un nuevo kilo de libros en vez del kilo de pan que tanto deseaban. ¿Qué hacer? La lectora los entiende y les pide algunos libros prestados que sabe que jamás devolverá. Y luego se va, sabiendo que hizo una pequeña buena acción.
También en: Los martes miento (revista virtual semanal)
4 comentarios:
Genial todo y la cita de Huxley! Saludos
JAJAJAJAJAJA AMÉ! AMÉ ESTE RELATO!
sos grosa!!!!
me encantó el relato y la foto genial!
yo me apunto para la próxima buena acción, por si no te alcanzan las manos.. jaja
besos!!
Pablo Sansone: ¡gracias!
Vero: :-)
MC: dale, dale.
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