Hay días en que la ciudad se pregunta dónde estará ella.
¿Quién?
La lectora.
Las calles se entretejen unas con otras, y se hace difícil encontrarla. A veces sólo basta esperar ese día de la semana pero, hasta entonces, la intriga y el deseo de verla crecen internamente.
Una historia es necesaria. Sin ella, la lectora sigue oculta. Escondida en algún lugar, disfrutando de esa poesía que encierran sus libros.
Permanece eterna.
(Otros textos escritos durante la misma charla-taller, ya publicados: el de Érica, el de Diana y el de Eric. Y para el próximo, hay que esperar al viernes que viene).
3 comentarios:
Hermoso el texto, por suerte la lectora siempre encuentra un lugar para leer! Besitos!
que lindo! :)
Gabi: sí, no se sabe si la lectora encuentra el lugar, o si el lugar encuentra a la lectora.
Publicar un comentario