foto: Valeria Migoya
Junto con los libros debiera venderse el tiempo suficiente para leerlos.
Schopenhauer
(1788-1860), filósofo alemán.
(1788-1860), filósofo alemán.
Tuvo que bajar del colectivo antes de terminar el capítulo, la parada había llegado unas oraciones antes del punto final. Caminó con el libro en la mano, se resistía a guardarlo así, inconcluso. Marcaba, con un dedo entre las páginas, el lugar exacto donde se había interrumpido. Las páginas le apretaban el dedo como una mano infantil que tironea reclamando atención.
Cuando el semáforo se puso en rojo, el libro -como por voluntad propia- se abrió. Aquellos segundos eran todo lo que le faltaba para llegar al final del capítulo. Y al dar la luz verde, la lectora ya estaba lista para cruzar la avenida.
15 comentarios:
Yo tenia un amigo argentino , que el leía así esquivando , ente bocinas y luces , avanzando un capitulo
Incluso en un semáforo podemos darnos el placer de abrir un libro, me gusta :)
Un Saludo !
hay momentos en que es irresistible leer y no puede abandonarse aun a riesgo de ....
Qué lindo lo que escribiste!! Y qué buena frase la de Schopenhauer!!
A mí me encanta leer caminando! Con los sentidos oscilando entre la lectura y el entorno!
Leox: ¿será cosa de argentinos?
Paper: sí, sí, ¡en absolutamente cualquier lugar! (o casi).
Julio e.: estamos sumamente curiosos (o preocupados) ¿cómo seguía tu oración?
Rodri: Gracias, pena que lo del tiempo... ¡es verdad!
Después de unos cuantos golpes, choques y desvíos en el camino aprendí que no es una práctica aconsejable para la salud. Pero como buen lector obsesivo, a veces no resisto la tentación y continuar con la lectura puede más.
Siempre es un placer leerte! Beso grande
Diego: jajaja, igual a la lectora eso de la salud, si bien le importa... en fin, la arriesga por una buena lectura. No por nada están los posts como éste: http://lalectoraenlaciudad.blogspot.com/2010/03/lectora-en-su-auto.html
y éste: http://lalectoraenlaciudad.blogspot.com/2009/12/la-lectora-en-la-nueve-de-julio.html
Lôri: ¡gracias! otro beso para vos.
Genial! que lindo es ese momento en elque uno se para entre dos mundos!
Los escritos vuelan: ¡sí! las fronteras, así vistas, son divertidas.
Admiro a las personas que pueden concentrarse tanto como para leer mientras esperan el semáforo!!!
A seguir leyendo como sea!
Dibujando ideas para niños: es así como, más de una vez, uno se la pasa varios minutos en la esquina, completamente abstraído del semáforo.
Cuando te metés en un libro es difícil escapar. Me pasa seguido que llego a la estación, tengo que empezar a caminar, pero retraso todo lo que puedo la partida y continuo leyendo las últimas palabras ya bajando del tren. Inclusive mas de una vez puedo haber estado parado en el samáforo mirando de reojo.
Pedro Vidal: hola, gracias por pasar :) La técnica de leer de reojo es buenísima. Habría que hacer un "la lectora de reojo". Saludos.
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