… No levantó más la cabeza, por el contrario, parecía que se iba hundiendo ante cada palabra, que no podría regresar a la superficie con su misma cara...
José Saramago
(1922-2010), escritor portugués.
Las palabras se juntaron en una combinación tal que quedó demostrado, una vez más, aquello de que el orden de los factores altera el producto. Tal vez en otro orden resultarían inocuas o se olvidarían en poco tiempo: así organizadas, agarran de las pestañas al audaz lector que pose sobre ellas su mirada.
De los ojos de la lectora brotan raíces que se plantan en la página para alimentarse de letras. Qué hacer ahora. Desprenderse del texto sería como un ayuno largo e insalubre y ella es quien mejor lo sabe. No importa cuánto la ciudad continúe mostrándole las mil opciones que tiene a su alrededor. Por el momento y hasta llegar a la última página del libro ella dispondrá de una única opción.
12 comentarios:
Entiendo perfectamente esa sensación de no poder dejar de leer!!! Jejejeje!!!
Erica:
Yupi, qué bueno que el primer comentario de esta nueva temporada de la lectora venga de una ya antigua lectora de este blog ;)
¿Es un libro o una revista lo que está leyendo la lectora? ¿O es un libro-revista...?
Me parece que huele a Orsai...
Después me comentas si te gusto.
Saludos...
Pero cuánta perspicacia, amigo Diego.
Dale, después te comento.
¡Un beso!
Una pena que el vicio de la lectura esté cayendo en desuso. ¿Qué serán de mis libros cuando no esté aquí para leerlos?
Saludos
J.
Hola José. En realidad, creo que cada vez se lee más. Es que se cambió el formato. Antes se leían más libros, ahora se leen más mails, mensajes de texto de celular, blogs...
es que la lectora es una rosa, por eso le brotan raíces en los ojos...
Amiga escritos, ese fue un súper piropo. ¡Gracias!
qué bueno que un libro te sumerja de esa manera!!! quiero!!!
Carola: ¡sí! hay que dejarse llevar.
¿Atrapada?...mientras ellos andan, tú vuelas.
Todos los deseos, todas las torturas y ninguna de las certezas; o sí, el azul Prusia en mi paleta de colores....
Saludos, Ricardo
Ricardo: ¡sí! completamente: atrapada por el vuelo de la lectura.
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