19.8.14

Poemas a medida

(En la foto, la primera tanda de poemas)

Estoy empezando un emprendimiento nuevo. Por el momento, se llama Poemas a medida. La idea es rescatar la vieja costumbre de regalar poemas. Pero no un poema que copiamos a mano de un libro, aunque eso también es lindo. Mi propuesta es escribir un poema especialmente para alguien. 
Quien encarga el poema debe pasarme el nombre del destinatario, sus gustos, si tiene alguna manía simpática, algún pasatiempo o un sueño, tal vez mencionar su profesión. Una foto también ayuda. ¡Ah! Y la edad: no es lo mismo escribir para un lector de dos años que para un señor que cumple ochenta (aunque hay más similitudes de las que imaginan).
Luego, me tomo un tiempo para escribir.
Y cuando ya está listo, lo entrego en formato digital y en papel (en una linda tarjetita).
Los poemas pueden regalarse cuando uno quiera. En eso, no es diferente que cualquier otro regalo. Lo que sí, preciso anticipación, porque hasta que no me gusta cómo está, no lo doy por terminado y para eso hace falta tiempo (escribir, dejar reposar, releer, pulir, cortar, reescribir, etc).
Les copio un poema a modo de ejemplo. Lo escribí para Natalia, una chica que, igual que Peter Pan, no tenía ganas de crecer.

Natalia

Natalia no quiere
usar los zapatos
que le regalaron,
le gustan los de ella
pero ya le aprietan.
Natalia los mira
con tanto cariño
que su pie se achica, 
se achica, se achica.

Natalia no quiere
la campera nueva,
prefiere la vieja
pero ya no le entra.
Natalia acaricia
el pequeño abrigo.
Su cuerpo la entiende,
y se encoge un poco
de a poco, de a poco.

Natalia no quiere
hablar con palabras
prefiere sonidos
onomatopéyicos.
Natalia se abraza
con fuerza a sí misma:
crecerá al revés
hasta ser chiquita,
chiquita, chiquita.

...

(Y gracias Lau Gambale por mencionar los poemas a medida en la Comunidad del trueque).

1 comentario:

Florencia E. dijo...

Que lindoooooooo. Felicitaciones.