foto: Miguel Sampedro
A veces le preguntan a la lectora qué interpretó de este o aquel libro. Es como preguntarle de qué color es la ropa interior que lleva puesta. Por lo general, no responde. Da vueltas, cambia de tema. Y cuando encuentra un libro del que de ninguna forma va a opinar (suele ocurrir que ni siquiera ella sabe qué le ve, aunque la atrape), lo lee a solas. Se va a un lugar donde nadie la encuentre y no vuelve hasta haberlo terminado. En eso está ahora. Sigamos de largo.
5 comentarios:
Un lugar perfecto para no opinar de nada!
Saludos!
yo lo único que opino es que los robles de los pantanos (quercus palustris) pierden su forma natural así podados. Lindo el jardin, tan prolijito, lindas piernas, lectora.
en algunos años (qué digo años, meses!) no habrá banca, inodoro o placard que te esconda de la pequeña lectora!!!!
Vanessa querida: ese futuro ya casi casi que ocurre ahora...
ENTONCES, QUERIDA LECTORA, DESCUBRIRÁS QUE NO HACE FALTA ESTAR SOLA PARA SABER DE LA SOLEDAD (estoy muy seguro de que ya lo sabés)
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