Foto: autorretrato de Anahí Flores
Texto: Cecilia Sorrentino
A veces, la lectora regresa a libros entrañables que leyó hace ya mucho tiempo.
Esta tarde -piensa- le gustaría volver a alguna escritora enorme.
Virginia. Virginia Woolf.
Toma un libro al azar, lo abre, e inmediatamente reconoce el cuarto. Recorre algunas líneas… Virginia no está en su escritorio. Una, dos hojas más y allí, junto a la ventana, el pequeño sillón concentra la última luz que llega del jardín. Virginia lee. Algunas tardes hace eso, entre el té y la cena. El libro es En busca del tiempo perdido y acaba de cerrarlo sin quitar el dedo índice de entre las páginas. Mira por la ventana. Se pregunta por qué vale la pena leer a los grandes. Por qué Lear o Emma. Por qué Proust. Y alumbra la respuesta: “uno ve después con mayor intensidad; el mundo está como desprovisto de su envoltura y dotado de vida más intensa”.
La lectora cierra el libro sin quitar el dedo índice de entre las páginas. Y mira por la ventana.
10 comentarios:
Que lindo!
Precioso..! Me encantó la profundidad de este instante de lectura.
Me encanta Virginia Woolf, lo dice otra Virginia, beso y gracias por pasar por Viajera y Siempre de Viaje.
Bellisimas imagenes llenas de paz. Una lectora que lee a una lectora, casi un espejo. Lo disfrute mucho.
Susana: ¡gracias! El texto es de una profesora que tuve el año pasado en Casa de letras.
Los escritos vuelan: seguro que reconociste a la autora :)
Virginia: bienvenida a la lectora, te esperamos por aquí cuando quieras, ya que estás siempre de viaje.
Eslabón y pedernal: gracias, el texto es de nuestra querida Cecilia Sorrentino, hay que agradecerle a ella ;)
Muy bueno.
Porquè releer?
Porque aquello que vale, no se aprecia totalmente, la primera vez.
Saludos
El Gaucho Santillán: seguro, cada relectura es como una nueva charla con el autor.
Qué lindo reencontrarlas aquí...
Enhorabuena, por el reencuentro, las imágenes y uno de los consejos más lindos que recibí en la vida.
Gracias!
María José: gracias por pasar, me encantó tu visita.
Y vení cuando quieras :-)
Un beso.
Gracias, Anahí, por la ventana de tu blog; y a todos, por sus comentarios.
Una hermosísima multiplicación de espejos, ¿no les parece? Gracias.
Cecilia
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