15.10.19

Quizá en otro momento en La Aquateca



Maumy González escribió sobre Quizá en otro momento:

Leer Quizá en otro momento (Halley, 2019) me dejó la sensación de estar ante una pantalla en blanco sobre la que se proyectaran instantes de situaciones conocidas, aunque vistas con otros ojos, una mirada cargada de extrañeza, o quizá una realidad paralela, solo visible para Anahí Flores, autora de los 46 poemas que componen el libro. Escribo autora y sonrío porque si bien Anahí Flores es la creadora de este libro, también hay un hecho curioso: muchos de los poemas son producto de respuestas o comentarios literales de otros.
La sección “Respuestas” está dedicada a un amigo escritor, Sebastián Grimberg, y a mí; algo que no es un hecho caprichoso, ya que varios de esos poemas fueron el resultado de una larga búsqueda de editorial para publicar un libro (una antología de cuentos) de la que los tres (Anahí, Sebastián y yo) formábamos parte. Lo curioso, divertido, y por qué no: maravilloso, fue que Anahí Flores en lugar de enojarse con esos rechazos decidió transformarlos en objetos luminosos, y esas palabras que podían sonar odiosas se convirtieron en melodías poéticas. Por otro lado, la sección “Así que escribís” me roza, particularmente, porque convierte en poemas comentarios sobre ese oficio que amamos pero que al mismo tiempo parece no tener cabida en la realidad de otros. Nos preguntan a qué nos dedicamos, respondemos que escribimos y esa respuesta no logra satisfacer. Dice uno de los poemas:
Me parece muy bien
que escribas y publiques.
En esta vida hay que hacer
lo que a uno le gusta. Siempre lo digo.
Y, contame,
¿de qué trabajás?

Y pienso que es tal cual. La realidad nos pasa por encima. Escribir parece un chiste, un pasatiempo, una actividad para divertirnos porque no tenemos nada mejor qué hacer. Y si bien escribir es algo que disfrutamos también es nuestro oficio, nuestra forma de ganarnos la vida, ¿por qué parece tan increíble? No lo sé. Los poemas de la sección “Así que escribís” son quizás un reclamo, un poner en evidencia los parches. Incomodar. Sí, escribimos, vivimos de eso, ¿y tú? Por todas estas cuestiones creo que Quizá en otro momento es una proyección de instantes, un correr la mirada y confirmar que la realidad no termina en nuestra piel.


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