19.6.14

Un regalo singular para el día del niño

Queridos lectores de La lectora en la ciudad.
Me van a decir que soy apresurada, pero cuando terminen de leer este mensaje van a ver que no tanto.
Se viene el día del niño. Es en agosto, falta, ya sé, y opciones de regalos para niños siempre hay muchas. Basta con entrar en una juguetería. 
Este mensaje es para ofrecerles algo diferente e incorpóreo.

Como muchos ya saben, escribo limericks y poesías desde hace años. 
¿Qué pasaría si, como regalo del día del niño, les ofrecieran a sus hijos (sobrinos, nietos, ahijados, vecinitos, hijos de amigos, etc.) un poema personalizado? Se trata de un regalo que será para siempre: no se rompe, no se pierde, no te lo roban. Y como es fácil de memorizar, es fácil también de llevar a todos lados.

Para eso hace falta: que me pasen el nombre del niño en cuestión y algunas características (hobbie, gusto personal, muñeco preferido, deporte que practica, lo que sea que en este momento lo caracterice). También me sirve, para familiarizarme, ver una foto.

Les doy el ejemplo que hice para la hija de una amiga que se pasó el verano enarenada en la playa:

Existió una Helena
que fue muy famosa:
Helena de Troya.

Pero hay mil Helenas
que son divertidas
y desconocidas.

Voy a presentarles
a mi preferida:
Helena marina.

Cuando va a la playa
se llena de arena
mi querida Helena.

Y a la nochecita
se vuelve sirena
y entra al mar, Helena.

Ese fue ejemplo de poema. Ahora veamos un ejemplo de limerick. Antes, para quien no sepa que es un limerick, dejo esta breve explicación: 

Sobre los limericks

Es un género bastante antiguo, de origen británico. No hay mucha teoría escrita al respecto, entonces no quiero ponerme a inventar verdades sobre el género, pero puedo decir que siempre tienen cinco versos, y que riman entre sí el primero con el segundo y el quinto, y luego el tercero con el cuarto (AABBA). Generalmente, en la primera línea se presenta un personaje, en la segunda se dan características de ese personaje, en la tercera y cuarta hay una determinada situación y en la quinta, un desenlace. O sea: casi un micro cuento. El desenlace no precisa tener sentido, la mayoría de las veces no lo tiene y es por eso que se habla del género “sin sentido”. Hay dos grandes corrientes: una más inocente e infantil, y otra casi pornográfica (en realidad podríamos sacar el “casi”), que surgió entre los borrachos en los bares ingleses e irlandeses. Se conocen limericks (aunque no llevaban este nombre) del siglo XIV, si bien fue hacia el 1800 que se volvieron más conocidos gracias a Edward Lear y su A book of non sense.

Bueno, y aquí el ejemplo que les quería dar. En este caso, Danisa, la creadora de Origamizate, quería un limerick para sus guirnaldas de grullas origamis. Pueden verlo aquí.

Y en este otro caso, el limerick fue para un tal Raúl, amante de la noche. Para leerlo, entren a La luna naranja.

Como habrán visto, los trabajos fueron personalizados. ¿Quieren hacerlo? Les dejo mi mail (anahiflores.org@gmail.com) y hablamos de precios, plazos, etc.

¡Un abrazo!
A

PD: como quiero disfrutar de escribir los poemas y entregarlos en fecha, y no voy a hacerlos en serie, tendré que poner un tope de tiempo y cantidad. No se ofendan si me escriben a último momento y tengo que decir que no…

PD 2: todos los poemas pasarán por el control de calidad de la pequeña lectora.




11.6.14

Taller literario de cuento y poesía on line

El taller literario on line tiene una gran ventaja y es que cada participante lee, escribe y comenta desde donde quiera y a la hora que quiera o pueda. El resto funciona igual que los talleres presenciales: leemos obras de autores y géneros varios (novela, cuento y poesía), comentamos las lecturas y escribimos a partir de consignas que tengan alguna relación con la lectura realizada.

Más info por mail: anahiflores.org@gmail.com

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En 1996 di algunos talleres literarios de cuento y poesía en Villalonga (Provincia de Buenos Aires).


Más de diez años después, di cursos sobre cómo escribir (no confundir con taller literario, aunque tengan varias cosas en común) para instructores de Yôga, en Brasil, Argentina y Chile.



Atibaia, São Paulo, Brasil, 2007




São Bernardo, São Paulo, Brasil, 2007


Rio de Janeiro, Brasil, 2009


Buenos Aires, 2010




Santiago, Chile, 2011

3.6.14

10 preguntas en El almacén de libros

(Esta breve charla apareció en el sector "10 preguntas" de El almacén de libros. Link a la entrada original, aquí).
¿Cómo empezaste tu carrera como escritora y cuándo?
Tengo manuscritos de cuentos y poemas (mediocres) desde la infancia, pero hacia los trece empecé a escribir más y, tal vez, un poquito mejor. Pero sólo escribía, sin mayores pretenciones, nunca pienso en escribir como una carrera sino como algo que viene conmigo sin más explicaciones. Tengo un amigo al que conocí por aquella época (primer año del Colegio), con el que intercambiábamos poemas y, luego, nos hacíamos crítica constructiva uno a otro. Fue la primera persona (más allá de mis padres) que me aportó con su opinión, no siempre benévola por suerte.
 ¿Te inspiró alguien en particular?
Tal vez la convivencia (que luego fue epistolar) con ese amigo del que te hablaba. Tal vez la biblioteca en lo de mis padres. La verdad que no lo tengo muy claro.
¿A qué hora del día te surgen más ideas?
Soy bastante desordenada en relación a los horarios. Pero ser desordenada con el uso del tiempo no me impide ser disciplinada: al contrario, mi disciplina se da bien con el caos. Así que a cualquier hora.
Pero para no dejar la respuesta tan amplia, te cuento que gran cantidad de mis cuentos nacen de los sueños. Por ejemplo una vez Hugo Correa Luna, que en aquel momento era mi profesor de escritura en Casa de Letras, nos dio una consigna que a mí me pareció bastante complicada. Le di vueltas todo el día. A la noche, mi sueño cumplió al pie de la letra los detalles de aquella consigna. Me levanté de madrugada y escribí, de un tirón, el cuento completo. Por supuesto que después tuve que pulirlo un montón, pero la estructura y todo lo esencial se mantuvo y es un cuento que aún hoy, años después, me gusta.
 ¿En qué lugar de tu casa te gusta escribir?
En la cama. En la cocina con el agua para el mate al fuego (efecto colateral: se me pasa el agua). En el cuarto de Sofi mientras juega. En la mecedora. En la cama. En la bañadera durante un baño de espuma, aunque se moje el papel. Frente al lavarropas mientras se hace el lavado. En el sofá frente a la chimenea cuando hace mucho frío. En la cama. En el puf. En la cama. (No tengo escritorio).
¿Cómo está ambientado tu lugar de trabajo? 
Mi lugar de trabajo a nivel espacio lo ambienta Sofi dependiendo de a qué está jugando en ese momento. Casi siempre tengo un mate al lado (yerba dulce, cáscara de naranja o limón, menta y un poco de yerba si queda espacio, jejeje).
 ¿Cómo surgió la idea de tu libro Todo lo que Roberta quiere?
Cuando me gusta un tema, por lo general me salen series y no textos sueltos. Empecé con La lectora en la ciudad a fines de 2008 y hasta ahora (2013) sigo haciendo periódicamente episodios cortos sobre esa chica que lee en todos lados. Me pasó lo mismo con otras series de cuentos o poemas. Con Roberta no fue la excepción. El primero de los cuentos es de enero del 2010 y lo escribí en la Patagonia. Durante ese y otros viajes a las montañas (Mendoza, Catamarca), fueron viniendo otro y otro más, era como si Roberta y su novio viajaran con Miguel y conmigo. Hasta que el 15 de abril del 2011 escribí el último de los once cuentos (que no es el último que aparece en el libro). Casualmente, también dejamos de ir a las montañas y, días después, quedé embarazada.
¿En qué te basaste para escribir los cuentos?
Los cuentos de Roberta ocurren en alguna cordillera. Es que en esos años nos la pasamos subiendo montañas, supongo que si en vez del trekking nos hubiéramos enganchado con el surf, Roberta y su novio hubieran tenido historias semejantes pero entre las olas.
Concretamente, cada cuento está inspirado en algún hecho real, o que me pasó directamente a mí o que me contaron. Es sorprendente la cantidad de historias que podrían clasificarse como fantásticas, que cuenta la gente en las montañas. Sobre todo de noche, en un refugio o en una carpa. Pero lo interesante es que no las cuentan como fantásticas, sino como reales.
¿Cuáles son tus autores preferidos?
Saramago. Borges. Kafka. Poe. Cortázar. Calvino. Tantos otros. No necesariamente en ese orden.
 ¿Qué autores recomendás leer a tus lectores?
Saramago. Borges. Kafka. Poe. Cortázar. Calvino. Tantos otros. No necesariamente en ese orden.
 ¿Qué libro famoso te hubiera gustado escribir?
No fantaseo con haber sido la autora de ningún libro que me haya enamorado. Lo que a mí me fascina es entablar una charla mental con el autor de ese libro, o con los personajes. Y sería aburridísimo si fuera un monólogo conmigo misma. Así que ninguno: soy feliz por ser la lectora.

27.5.14

Conversación entre lectoras II, en el blog de Casa de Letras

(link al post original en el blog de Casa de Letras)

Una conversación entre Anahí Floresla lectora en la ciudad, y Malena Sánchez Moccero, autora del blog Lecturas bajo tierra.
Anahí: Tu blog es muy voyeur. El placer de mirar leer a otros superó el placer por la lectura propia. A pesar de que también leés a través de lo que ves. Estoy segura de que, cuando ves alguien que lee un libro, en cierto sentido vos también leés ese libro.
Malena: Sí, creo que a todos los que estamos interesados en la lectura nos despierta, no creo que placer, pero sí curiosidad ver qué leen otros. Yo empecé retratando a estos lectores subterráneos por impulso, sin pensar qué hacer con esas capturas y siempre intentando descubrir qué libro estaban leyendo. Un día veo en la carpeta de imágenes de mi teléfono que tenía varias fotos de lectores en el subte y así surgió la idea del blog Lecturasbajotierra.
malenasanchezmoccero1
Click sobre la imagen para acceder al posteo original
Anahí: Me intriga el ruidito de tu cámara, ese que decís que no conseguiste sacar… ¿Ya te descubrieron fotografiando, te escucharon? Contanos cómo es una típica captura de fotos para tu blog.
Malena: Tengo un teléfono bastante básico que viene con una camarita con baja resolución. Si saco con el subte en movimiento el ruido tapa el clic de la cámara. Hace un año y un par de meses que saco fotos a lectores bajo tierra y creo que nunca uno de ellos me descubrió. Cuando luego veo las fotos en la computadora descubro que aquellos que rodean al lector a veces sí miran a cámara. Pero nunca tuve un diálogo con los lectores. No me gustaría intervenir en esa linda escena, me parece una imagen tan poderosa que sintetiza tanto. Alrededor de ellos hace calor, el subte está demorado en una estación, un pasajero putea, otra señora se queja, y ellos están ahí inmunes a esa rutina cotidiana que puede resultar tan tediosa, abstraídos gracias a la lectura.
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Click sobre la imagen para acceder al posteo original
Anahí: Me imagino que si uno mira siempre lo que los otros leen, ya debe hasta adivinar lo que alguien está leyendo. Por ejemplo: mirás a una lectora o lector y, por su physique du rol, arriesgarías a decir qué tipo de libro está leyendo. ¿Te pasa que adivinás, no digo el libro pero sí el estilo de lo que alguien está leyendo? ¿Y ya te llevaste sorpresas en este aspecto, del tipo “ese chico seguro que lee a Borges” pero cuando ves la tapa del libro, era de autoayuda?
Malena: Sí, al igual que en una sala de espera, en el subte no hay mucho para hacer e imaginar la vida de las otras personas puede ser un pasatiempo. Lo mismo pasa con sus lecturas. Y sí, mis prejuicios suelen ser equivocados la mayoría de las veces y eso es muy divertido. El otro día subió en José Hernández un pibe con morral y barbita y antes que me pueda imaginar que estaba leyendo -¿Henry Miller? ¿El túnel? ¿Freud?- me sorprendió con la tapa violeta y unas letras doradas cursivas que decían: “Padre rico Padre pobre”.

20.5.14

La lectora en Lecturas bajo tierra

Muchas gracias a Malena Sánchez Moccero 
por invitarnos a tus lecturas subterráneas :-)

A Luján (Una novela peregrina), de Ariel Magnus (Interzona)
A Luján (Una novela peregrina), de Ariel Magnus (Interzona)
Un fragmento del libro que está leyendo:
“Maribel Martirio Cappa, en el colegio le dicen M&M en alusión a la marca de chocolates, esto no es publicidad pero podría serlo, eventuales sponsors de este libro por favor comunicarse al 4383-6262 interno 106, se aceptan tarjetas de crédito e incluso cheques de terceros, decíamos que Maribel…”
A Luján (Una novela peregrina), de Ariel Magnus (Interzona)
Un fragmento de un cuento suyo:
Sin salir de las bolsas de dormir, abren la carpa y descubren que están metidos en una nube. No se ve más el lago. El aire es denso y blanquecino. Tratan de bloquearle la entrada a la carpa pero las manos lo atraviesan. Algo de neblina se cuela y el interior se vuelve parte de la nube. Aunque hay poca diferencia entre el adentro y el afuera, Roberta asoma la cabeza. La nube se le mete por los poros.
Del cuento “La nube”, del libro Todo lo que Roberta quiere, Textos Intrusos, 2013.

13.5.14

Muchas grullas y un limerick

Gracias a la Lau Gambale y su Comunidad del trueque, nos conocimos con Dani, de Origamizate (con quien ya hicimos la entrada La lectora y las flores). En esta oportunidad, el trueque consistió en  varias guirnaldas de grullas (que plegó Dani) a cambio de un limerick (que copiamos a continuación). 

Había, cierta vez, una ventana
que estuvo mucho tiempo clausurada.
Un día, alguien la abrió.
Fue tanta la emoción
que mil grullas entraron en bandada.

Luego, apareció Seel que, con esta ilustración, completó al limerick como quien le pone una guinda al postre.


Y por si fuera poco, hicieron unas tarjetitas muy lindas que van a acompañar, a partir de ahora, todas las grullas que Dani haga. Así que el que quiera tarjetita y/o grullas, hable con ella por aquí.



PD: Para el que aún no sepa qué es un limerick, dejamos una breve explicación:


Sobre los limericks

Es un género bastante antiguo, de origen británico. No hay mucha teoría escrita al respecto, entonces no quiero ponerme a inventar verdades sobre el género, pero puedo decir que siempre tienen cinco versos, y de esos cinco versos riman entre sí el primero con el segundo y el quinto, y luego el tercero con el cuarto (AABBA). Generalmente, en la primera línea se presenta un personaje, en la segunda se dan características de ese personaje, en la tercera y cuarta hay una determinada situación y en la quinta, un desenlace. O sea: son casi un micro cuento. El desenlace no precisa tener sentido, la mayoría de las veces no lo tiene y es por eso que se habla del género “sin sentido”. Hay dos grandes corrientes: una más inocente e infantil, y otra casi pornográfica (en realidad podríamos sacar el “casi”), que surgió entre los borrachos en los bares ingleses e irlandeses. Se conocen limericks (aunque no llevaban este nombre) del siglo XIV, si bien fue hacia el 1800 que se volvieron más conocidos gracias a Edward Lear y su A book of non sense.

8.5.14

Paisanita Editora

Quienes estén mañana en Buenos Aires y quieran hacerse de unas plaquetas... ya saben adónde encontrarlas.


6.5.14

La siesta de la pequeña lectora




Algunos, cuando leen, dejan manchas de café en las páginas. Otros, una flor marchita, una mariposa disecada. Granos de arena, polvo de yerba mate. Agua de lluvia. La lectora deja lo que tiene más a mano: la pequeña lectora pasará un tiempo acunada por el libro. Suponemos que cuando la lectora termine de leer, la pequeña lectora saldrá también de entre las páginas, como quien se despierta de una siesta larga, larguísima.

29.4.14

La lectora y el banco




La lectora se sienta en el banco nuevo con un libro viejo. No le gusta llamar “viejo” a un libro que fue de su niñez, pero las hojas están amarillentas y sueltas, los bordes, alguna vez filosos como todo papel recién cortado, ahora son suaves y se deshacen. Unas pelusitas de libro le quedan en la mano. Mientras las mira y piensa si en esas pelusas se habrá ido alguna letra indispensable, tiene la impresión de que el banco se agranda ¿o es ella que se achica? Y no sólo eso: está ante la primera página y no entiende ni una palabra. Pero lo toma con naturalidad, como si aún no hubiera aprendido a leer. No sabe si esto es obra del banco (nuevo) o del libro (viejo); prefiere no perder tiempo en averiguaciones. Mejor aprovechar sus repentinas manos torpes y su indiferencia hacia las letras y meterse en estos cuentos con la mirada de años atrás.


Gracias a Koiko por el banquito 
y a Lau Gambale por su espacio de trueque :-)

22.4.14

Cuatro títulos de Galerna Infantil

(publicado originalmente en el Blog de Casa de Letras)
02_La_escalera_del_miedo

La tarde en que se presentó la colección infantil de Galerna en la Biblioteca Nacional, se leyó un cuento sobre un perro muy chiquito (¿era, al final, un perro?) que hacía cosas extraordinarias. Este cuento inquietante (porque así quedé después de escucharlo: inquieta) fue mi puerta de entrada a La escalera del miedo, de María Laura Dedé. Los quince cuentos cortos que forman el libro están poblados de espíritus, fantasmas, margaritas caníbales y otros personajes que dejan al lector con cierta tensión, esa tensión que nos hace reír de los nervios.


01_supermercadoDespués de leer Desastre en el supermercado, de Hernán Galdames, el lector no podrá entrar en los supermercados inocentemente. Ni en los mercaditos chinos. Al pasar por las góndolas espiaremos las latas con cautela. En la verdulería vigilaremos las frutas y verduras para ver si despiertan, con especial atención hacia los zapallos.
Una novela corta y divertida, narrada por el protagonista: un cadete apasionado por todo lo que tenga que ver con el fascinante mundo de los supermercados.
 …
04_mundos_en_ventaUn hombre muy feo pero que puede ser, también, muy atractivo. Un vendedor ambulante que se encuentra con un pueblo bastante fuera de lo común. Una familia que convive con fantasmas. Una inventora que, a través de su invento, retorna a la infancia. El olor a jazmines que, como el invento del cuento anterior, nos lleva también a la infancia. Un método hilarante de aprender matemática. Una historia de extraterrestres ecológicos. Una profesión innovadora: ayudar a los animales urbanos a volver a ser salvajes. Una extraña faceta del negocio inmobiliario: vender planetas como quien vende una casa de fin de semana. Y por último, los sea-monkeys (tuve que googlear para saber qué eran esos monos del mar).
Todos estos cuentos tienen un anexo que nos regala la autora: la historia de cada uno: cómo nacieron las ideas que los generaron y cómo fue escribirlos.
Mundos en venta y otros cuentos, de Verónica Sukaczer, es un excelente regalo para chicos que se interesen por los cuentos, por cómo se hacen, y para chicos que tal vez tengan ganas de escribir sus propios cuentos.
Este “policial aterrador” –como lo llama Franco Vaccarini– está lleno de fantasmas poco convencionales. De a poco van apareciendo pistas que hacen que tanto el lector como el protagonista vayan 03_Los_monosentendiendo qué pasa. En el primer capítulo, como al pasar, la autora menciona a Kafka y la célebre metamorfosis. Ese comentario no es inocente: a lo largo de la historia van ocurriendo transformaciones misteriosas. Ambientada en el zoológico de Buenos Aires, Los monos fantasma, de Victoria Bayona, es ideal para leer después de una visita al zoo, con especial atención a la jaula de los monos.
Los cuatro libros que inauguran la colección Galerna Infantil son muy diferentes entre sí: dos nouvelles (una tirando a humorística y un “policial aterrador”) y dos libros de cuentos (uno que le da mucha importancia al origen de cada historia y otro de cuentos inquietantes).
Conversando con Franco Vaccarini, director de la colección, nos enteramos de que ya tienen en marcha los dos próximos: una novela y un libro de cuentos, con mucho humor y aventuras. Prefiere no decir nada más, pero asegura que ambos estarán para la próxima feria del libro.